—No soy tu amo, soy tu esposo —contesto manteniendo el tono y mostrándole también mi anillo. Sonríe de manera sarcástica. —Diferimos en el concepto de lo que es un esposo, en lo que debería ser un matrimonio —me muestra la sortija en su dedo —si esto sucedió de verdad, no creo que signifique para ti lo mismo que significa para mí. Estaba listo para preguntar cuando suena una notificación en mi celular. —El video acaba de llegar —le digo de inmediato y me paro para ir a la habitación —vamos para que lo veamos. —¿Por qué en la habitación? —pregunta nerviosa de volver a estar ahí conmigo. —El único televisor de esta casa está ahí, así que lo transmitiré desde mi celular, para que lo podamos ver cómodamente —luego le sonrío coquetamente —claro que si lo que quieres es que lo veamos los