—¿Nos estamos volviendo unidos? —Esa es la respuesta de Sebastián cuando por fin contesta su celular—. Eres tan insistente como una novia celosa. —Necesito que hablemos antes de llegar a la casa, no quiero que Isabella pueda escuchar temas tan delicados. —Un silencio se hace al otro lado de la línea y sé que está pensando si aceptar o simplemente joderme la vida. Sebastián es así, un poco lento. Estoy seguro de que su demora es sopesando si algún día debe pedirme el mismo favor, y obviamente la respuesta es sí, a menos que no tenga en sus planes formar familia o la pareja que elija conozca y acepte abiertamente esta doble vida. —Bien, en el bar de Jimmy —dice por fin y cuelga. Mi relación con Sebastián no siempre fue así. Cuando éramos chicos, él era quien me defendía de las burlas de