LA VIDA QUE YO ESPERÉ

SAN ANDRÉS

En ese instante, Jorge saca su teléfono y le marca a su esposa en varias ocasiones, pero no responde, y piensa:

“Sera que está manejando”

Jorge guarda su teléfono. Cuando Marcos le dice:

— Se me olvido decirte algo muy importante.

— Dime.

— ¿Te gustaría viajar a la isla de San Andrés este fin de semana con tu esposa?

Sorprendido, Jorge le responde:

— Claro que si Marcos, a mi esposa y a mi nos sentaría bien, pero no entiendo porque ahora.

Marcos cruza sus manos, y luego le expresa a Jorge:

— Lo que sucede, es que había reservado él viaja a San Andrés este fin de semana, pero mi esposa se indispuso anoche. Y decidí que era mejor que no viajáramos.

— ¿Pero ya sigue mejor?

— Si, ya está mejor, ¿pero qué dices con respeto al viaje?

— Si, a Salomé le encantará.

— Bueno, entonces voy a llamar a la isla para cambiar la reserva.

Barrio Rosales, Salomé y Liliana llegan a casa, y al bajarse del vehículo con el niño, una vecina les dice:

— Hola, ¿qué le paso al niño?

Liliana le responde a Carmenza:

— Nada sin importancia.

Salomé le dice a la vecina:

— Gracias por preguntar.

Carmenza se acerca un poco a Liliana y a Salomé, y les dice:

— Yo me asusté bastante cuando vi a Liliana correr con el niño, pero no pude alcanzarla.

Mientras Salomé abre la puerta de la casa, Liliana le dice a Carmenza:

— Gracias por preocuparse vecina, en ese momento no veía ni escuchaba a nadie, solo quería llevar a Miguel al hospital.

— Bueno Liliana, cualquier cosa me avisa.

— Bueno.

Liliana entra a la casa, y ve al niño y a Salomé jugando en la cama, y dice:

— Que lindo se ven los dos.

— Tía, a Jorge no le vamos a decir nada de lo que paso.

— ¿Por qué?

— No quiero que se preocupe.

— Está bien.

Dos horas más tarde, Jorge llega a su casa y al ver que el carro de su esposa no está dentro del garaje, decide también dejar su vehículo afuera.

En ese instante, Jorge entra a la casa, y le dice a Liliana y a Salomé:

— ¿Cómo están las mujeres bellas de la casa?

Salomé y Liliana se sonríen, diciéndoles las dos:

— Bien.

Jorge se sienta frente a Liliana y a Salomé, y les expresa:

— Les tengo una noticia.

Salomé pone su celular en la mesa, y le dice a Jorge:

— ¿Buena o mala?

Jorge las queda mirando a las dos, y con un poco de suspenso les dice:

— Buena, muy buena diría yo.

En seguida, Liliana le dice a Jorge:

— Habla muchacho.

Jorge se sonríe, y dice:

— Nos vamos todos este fin de semana a San Andrés.

Salomé y Liliana se ven las caras. Cuando Jorge les sigue diciendo:

— Marcos me dio la reserva del hotel, ya que él no puede viajar porque su esposa se enfermó… ¿qué dicen?, ¿quieren ir a San Andrés?

Salomé le expresa a Jorge:

— Pues… ah… si, si queremos ir.

Liliana también le dice a Jorge:

— Claro que sí, sería muy bueno viajar.

Jorge se levanta de su silla, y dice:

— Entonces comencemos a organizar el viaje.

Salomé se sonríe un poco, y le expresa a Jorge:

— Ese amigo tuyo es bastante generoso, recién entraste a trabajar ya estás en estas.

— Que se le puede hacer, él es así, y no iba a rechazar ese viaje, además, solo es para dos personas, yo voy a poner la plata de Liliana.

— Pensándolo bien, yo tengo una gran responsabilidad con Autocar, yo tengo compromisos el viernes y el sábado.

Jorge coge el hombro derecho de Salomé, diciéndole:

— Cindy se puede quedar a cargo de la empresa por esos tres días, estas oportunidades no se dan todos los días.

— Bueno, tienes algo de razón…

Liliana les dice a los dos:

— Entonces, no se diga más, nos vamos a San Andrés.

Dos días después, Liliana, Jorge y Salomé, llegan a San Andrés. Y se hospedan en el Hotel Molino de Viento.

Salomé besa la mejilla de su hijo, y luego le dice a Jorge y a su tía.

— ¿No les parece muy bonito este hotel?

Liliana y Jorge le contestan al mismo tiempo a Salomé:

— Si…

Salomé le dice a Miguel:

— Tu primer viaje bebe.

Jorge le dice a la recepcioncita:

— Hola.

La recepcionista los mira rápidamente a todos, y dice:

— Hola, ¿en qué puedo ayudarlos?

— Tengo unas reservas en este hotel.

— Por favor, dígame su nombre completo y número de identificación.

— Bueno…

Minutos más tarde en la habitación de Salomé y Jorge, Salomé observa todo el lugar, y luego le dice a su esposo:

— Bueno, vamos por mi tía y luego a la playa.

Jorge abraza a Salomé y le da un beso, diciéndole:

— Deberíamos inaugurar esta cama, ¿qué dices?

— Yo digo que vamos a pasear, y en la noche veremos.

Jorge besa el cuello de Salomé, y le dice:

— Vamos amor,

Salomé se desaparta de Jorge, y le expresa:

— Ahora no.

Liliana toca la puerta y les dice:

— Muchachos, ¿no van a bajar?, Miguel y yo ya estamos listos.

Salomé abre la puerta y sale junto con Jorge, y le expresa a su tía:

— Ya estamos listos.

Todos salen del hotel y alquilan dos carros de golf. Para recorrer el lugar.

Minutos después, todos llegan a la playa, la cual esta total mente llena de turistas de muchas partes del mundo.

En ese momento, Jorge saca su teléfono y le dice a Salomé y a Liliana:

— Párense frente al mar que voy a tomarles una foto…

Salomé limpia la boca de Miguel y junto a su tía posan para la foto. Cuando Jorge le dice a Salomé:

— Has que niño me vea.

Salomé le dice a Miguel:

— Mira quien está allá, ¡es papi!

Jorge toma varias fotos. Cuando Liliana camina hacia donde está el, y le dice:

— Yo voy a tomar las otras fotos, ve a donde Salomé.

En ese instante, todos se toman buenas fotos y se meten al mar por turnos.

Liliana se queda con el niño observando como Salomé y Jorge disfrutan del mar, mientras ella sigue jugando con el niño.

Salomé ve a varias personas que pasan cerca de ellos con motos de agua, y le dice a Jorge:

— No te alejes tanto…