CARMEN, LA TRIGUEÑA

1544 Words
El ambiente rumbero de la ciudad de Cali se sentía por todas partes, la gente contoneaba sus cuerpos a los son de la música salsera. Se escuchaba y se vivía a rabiar el Cali pachanguero, y al inmortal Héctor Lavoe. Gabriel, esperaba a la salida de la notaría a la secretaria de registros. No recordaba su nombre, solo tenía el reflejo de su mirada y la sensualidad de sus senos provocativos, de los cuales la tarde pasada había arrancado su botón blanco. El encuentro fue especial. Carmen, así se llamaba la secretaria, inmediatamente reconoció a quién la abordaba. Se saludaron como si ya tuvieran planeado una cita, se tomaron de la mano, atravesaron la plaza principal, y caminaron por toda la avenida de las flores, la famosa sexta en busca de un sitio donde pudieran conversar. Todo parecía normal hasta que una pregunta de Carmen, cambio la charla: —¿ qué pasó con sus amigos, qué no volvieron por la notaria? —!eso quería preguntarle ¡, contestó Gabriel. —no sé, pero el Señor Miguel mandó a retirar la minuta de la cesión, comentó Carmen. Estaba claro, la noche anterior habían sucedido hechos que Gabriel no entendía, pero que cambiarían de una manera determinante el curso de los próximos días. —¿Y el notario no comentó nada ?— preguntó Gabriel. —no, él llegó bien tarde a la oficina, yo no hablé con él — . Gabriel, pensó, esta vieja no sabe nada o simplemente las cosa no pasaron a mayores, tal vez solo fue cosas de borrachera. Mañana averiguaré con Luis, que sucedió realmente, por ahora estaba en Cali, era viernes y a su lado tenía una hermosa jovencita que había cautivado desde la tarde pasada cuando de ella se llevó como bonito recuerdo . Carmen era hermosa, trigueña , no tendría más de dieciocho años, era un poco más alta que Gabriel, llevaba una falda pegada a su cuerpo que hacía que su cuerpo mostrará su escultural y deliciosa figura . Luego de ese gran susto que Gabriel había pasado era un gusto divertirse. Los dos entraron a una discoteca y hasta las tres de la mañana bailaron, luego Gabriel invitó a Carmen hasta un hotel, a lo que ella se negó ya que tenía que llegar a su casa para evitarse problemas con sus padres. Después de dejarla en su casa por los lados de los sectores populares de Cali, se dirigió hasta el terminal en busca de transporte hacia Pasto. El recorrido fue normal, en todo el trayecto no dejo de pensar en La sensualidad de Carmen, esta le había prometido que en el próximo viaje a Cali, ella les sacaría permiso a sus padres para estar más tiempo con él. Soñaba con la llegada de ese momento, esa mujer tendría que ser suya, se decía , tan solo el imaginárselo lo enloquecía . Nunca había conocido una mujer tan sensual. Su mente no tenía otra preocupación que no pensar en aquella mujer. Tan solo en las cercanías de Pasto recordó que algo había sucedido en la finca del placer y en ese momento entró nuevamente a ser efecto la leche cruda que había tomado del campesino que lo había ayudado transportándose en su zorra hasta la ciudad . Ese sábado como todos los sábados los padres de Gabriel salían muy temprano a trabajar, ellos tenían que rodear sus distintas propiedades . Así que a la hora que este llegó a su casa en Pasto, no los encontró. Se dirigió hasta la cocina antes de irse a dormir para descansar del agotador viaje de más de diez horas en bus. Cuando se proponía abrir la nevera encontró pegado a éste un papel con un mensaje escrito por su madre : “ hoy sábado a la 1 pm , es la misa por el entierro de tu amiga Praga en la iglesia de la Merced” — ¡Mierda estos maricas se vinieron borrachos de Cali! , de las que me salve ,pensó Gabriel. De inmediato llamó al apartamento de Luis , no le contesto . Pensó llamar a la casa de los padres de su amigo , él siempre está por allá , pero no lo hizo , ya que estos le tenían malversación por las constantes pérdidas de su hijo en su compañía. Resolvió llamar a Petronio, su mejor amigo y por ser este el líder de todos los del grupo debería saber que sucedió. —hola, como estas . — que paso en Calí ?— , de inmediato preguntó, Petronio —no se, a mi me dejaron solo, me vine en bus, contestó Gabriel. —pendejo, Mataron a Praga, Luis está detenido en Cali y a voz te están buscando— —para qué , —dicen que te comiste a la novia de un mafioso— —yo no me acuerdo de nada— —pues, anda acordándose, que la cosa es seria, mejor te vienes para mi casa y hablamos, por ningún modo te acerques al entierro. —voy volando— . Con el cabello aun mojado llegó Gabriel a la casa de Petronio, desde afuera silbaba para que su amigo le abriera. El pequeño brisky le ladraba como siempre, pero éste encontraba en su mirada la ferocidad de los perros cabezones que no le permitían entrar a la casa de su amigo con la confianza de antes. —¿ qué pasa que traes cara de asustado y no entras ?— , dijo Petronio. — es que a mi no me gustan los perros— comentó, Gabriel. —¿ desde cuándo ? —desde que casi me muerden el culo —. —¿ donde ?— —allá por la finca de un mafioso— —o sea que si te comiste a su novia—. Con esta corta charla todo estaba claro para Petronio. En el paseo a Cali algo sucedió. Pensé que estaba un poco enojado por no haber sido invitado. Para los hombres de las montañas andinas del sur siempre es un gran acontecimiento visitar la ciudad de Cali: Buen clima , hermosas mujeres y mucha rumba . El semblante de Gabriel era pálido, no tenía la alegría y la chispa que lo caracterizaba. El que habitualmente era un hombre que a todo le sacaba jugo, tenía dos cualidades que lo caracterizaban, ser comedido con sus amigos; demasiado comedido que llegaba a ser intenso y la otra era su alegre picardía. Petronio lo conocía demasiado y lograba percibir en el rostro de su amigo no una pena moral por algo malo que había hecho, sino angustia por no entender lo que estaba pasando. Praga, más que la esposa del común amigo Heleno, había sido una amiga incondicional con ellos en los problemas que el grupo de amigos jóvenes se metían, especialmente los amorosos y sencillamente, ella estaba muerta. Gabriel en seguida empezó a relacionar la fiesta en la finca del placer, con la toma de whisky. Claro era evidente que por algo se dio la balacera que lo despertó. Recordó que se paró como un resorte y que cuando vio que cayeron personas frente de él y quien disparaba se arrodillo ante uno de los caídos, el se tiro por la ventana.corrió vinieron más tiros, la persecución de los perros cabezones, la carreta del campesino, la leche cruda, el baño de chavita , y luego la charla con Carmen que lo tranquilizó. —a si conocieras a Carmen, que bella es—. Si, todas estas proezas las comento Gabriel, pero ahora estaba ahí frente a su amigo cagado del susto. —Petronio, tienes que ayudarme. —si, primero iré al entierro y averiguaré más , tú espérame aquí. La caravana se prolongaba por varias cuadras rumbo al cementerio de la ciudad. Heleno llevaba gavas oscuras y a pesar de su dolor por la muerte de Praga, no se descomponía , iba bien vestido con una abrigo n***o . Apenas miró a Petronio lo llamó y le pregunto. — ¿ha sabido algo de Gabriel? – — sí , está en mi casa – —dígale que se pierda En ese momento se acercó Miguel y dirigiéndose a Petronio, le dijo. — me han contado que Usted es el amigote del tal Gabriel – — Sí señor, soy su amigo , contestó Petronio —dígale a ese tipo que no sabe con quién se metió— —es que el no tiene claro lo que pasó— —el solo debe saber que es hombre muerto— —pues se lo diré — finalizó el diálogo Petronio Poco a poco se fueron dando los oficios religiosos . Alrededor del entierro, uno a uno los acompañantes se despedían de los dolientes , especialmente de Heleno y Miguel . Todos volvían a sus actividades . Fácilmente se podía ver en el ambiente que pasarían cosas en el futuro. Esposo y hermano se quedaron mirando como los obreros terminaban de emparejar la tierra y cubrir con el kikuyo la última morada de Praga. La lluvia amenazaba con caer . El cementerio quedó solo. Una flor perdida de margaritas era arrastrada por el viento sobre el césped verde dejando en cada lindero de los sueños muertos uno de sus pétalos.
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