Cecilia miraba la maleta de Karsten y el rostro cansado llenando su corazón de ternura, y le sonrió con ojos brillantes del inmenso amor, que ella orgullosa le demostraba. Corrió a abrazarse a él. Tenía una semana de no verlo aunque siempre se comunicaban por teléfono, él siempre estaba muy atento a ella y a su embarazo, siempre buscaba la forma de protegerla de cualquier influencia negativa que viniera de Salomé, sobre todo de ella. Él prefería multiplicarse más, pero, no permitir que nada le pasara al tesoro más reciente descubierto y que tanto quería guardar, el amor de su esposa y lo lleno de gozo al ver los ojos brillantes de ella y sus brazos extendidos hacia él, llegar a casa era lo más agradable, lo más hermoso y relajante que él podía sentir. Sus brazos era su hogar. _ ¿Cómo t
Download by scanning the QR code to get countless free stories and daily updated books