A pesar de tener unas ganas inmensas de poder estar juntos, tuvimos que regresar ya que al otro lado de la habitación estaban nuestros padres y Daniela esperándonos. No podíamos hacer el amor aquí en la biblioteca, bueno si podíamos, pero no era el lugar indicado para tener tu primera vez, esa debería ser especial o mínimo ser el intento de algo especial. Yo quería que para León fuera algo inolvidable. Así que decidimos esperar sólo un poco más hasta que la cena terminará y pudiéramos ir a un lugar adecuado donde pudiéramos descargar toda la tensión s****l que llevábamos acumulada desde que nos conocimos. Una hora después… Al salir de casa ya nos esperaba un bonito y lujoso BMW. —¿De quién es? —pregunté sorprendida. —Es mío… —espeto con picardía —¿te gusta? Asentí mientras admiraba a