CAPÍTULO NUEVE
SARAH Cartwright preparó un té para Amelie y Stone antes de salir para contemplar la tierra vacía por la que habían viajado Cole y su compañero. Su mente se desvió hacia otras cosas. No por primera vez, se detuvo en el momento en que accidentalmente chocó con el predicador. Solo por momentos fugaces se presionaron juntos, pero en ese breve parpadeo de tiempo ella sintió la fuerza de su forma, sintió la fuerza de sus brazos, exploró la dureza plana de su estómago. La sensación la había emocionado. Habían pasado dos años desde que enterró sus pensamientos sobre el episodio que casi le había costado su matrimonio. Se hizo promesas tanto a ella como a Lewis de que nunca volvería a suceder. Sin embargo, los dulces recuerdos invadían a menudo sus momentos de sueño y sabía que era
