Capítulo 11. Despierto oliendo ese aroma a fresas, ese aroma que inunda la habitación, ella duerme a mi lado, se ve tan hermosa, tan dulce, tan delicada... a mi mente llegan los recuerdos de la noche pasada, noto como la sangre de mi cuerpo se concentra en un solo punto, acarició su espalda y comienzo a repartir besos desde arriba hasta abajo. Ella se gira, me mira con ternura y deja un dulce beso sobre mis labios. Mientras en sus labios se dibuja una sonrisa. Se zafa de mi, se levanta y va al baño. Le cuesta un poco la verdad, por nada del mundo quería separarla de mi lado. Escucho el agua caer, me levanto y me planto en la puerta del baño, apenas me da tiempo a verla cuando una toalla impacta en mi cara. Jajajaja, he pillado la indirecta, me marcho riéndome. - Vamos, te invito a d