Capítulo 3HAY algunos lugares en el bosque que me gustaría mostrarle. Otro día la llevaré a cabalgar. Thea lo miró con los ojos muy abiertos y él añadió, –Tanto usted como Mercurio han recorrido más que suficiente camino hoy. Realmente, sería una crueldad hacerlo caminar más. Ella abrió los labios para decir que no podía quedarse allí tal como le sugería. Mas de pronto, mentalmente, se preguntó por qué no. Tenía que alojarse en alguna parte y si iba a un hotel podía ser peor, porque allí habría hombres desconocidos. Nikos era sin duda un caballero, pero los otros quizá no lo fueran. Además, podía ser que la reconociesen. Por lo tanto, prefirió no contestar y que se sobreentendiese que aceptaba la invitación. Poco después se adentraron los dos en el bosque, que descendía suavemente ha