Kath continuó con la mirada atenta a la ventanilla del auto, impaciente esperando la hora de llegar a esa casa y encerrarse en su habitación. Sin embargo, Michele fiel a su palabra, le preguntó a Kath qué quería hacer a continuación. Kath, lo miró con un gesto de sorpresa. —¿Estás tramando algo? —le preguntó achinando los ojos. No creía que esa fuera una invitación genuina, si algo sabía de Michele, es que siempre tenía otros fines. —Te prometí llevarte a donde quieras, pero si quieres regresar… — dijo Michele siendo interrumpido por Kath antes de terminar la frase. —Quiero ir al cine —dijo con seguridad. Mirándolo atenta, esperando ver la reacción de Michele. Aprovechando la rara ocasión de tener una elección en sus manos, Kath sonrió traviesa. El rostro de Michele se endureció ligera