Michele observó a Diane caminando con una sonrisa, y enseguida notó el humo alzarse lentamente en el aire. Algo no estaba bien. Michele devolvió sus pasos pero cuando decidió ir en busca de Kath, se escucharon disparos, eran fuertes, muy cerca de él.
La calma se rompió y el caos se desató de inmediato.
Los guardaespaldas de Michele y del resto reaccionaron de inmediato, sacando sus armas y formando una barrera protectora alrededor de los líderes de las distintas mafias presentes.
El sonido de los disparos resonó en todo el edificio, provocando gritos y pánico entre los invitados. Michele, afiló su mirada y utilizó su agudo instinto tratando de mantener la calma, buscó a sus hombres para organizar una defensa adecuada. Los guardaespaldas y otros miembros de la seguridad se movilizaron r
