—Con que un empresario —dijo Michele tirando su espalda en el respaldo de cuero de su silla. Ese hombre que estaba de aliado con Alejandro había tratado de sabotearlos y era un empresario. Jesse asintió, pensando que eso solo volvía más difícil la situación, podría ser cualquiera, algún propietario de una empresa rival, incluso un socio. Al no tener un rostro que lo identificara, estaban en desventaja, pues ese hombre podía incluso estar cerca de ellos, burlándose desde las sombras, mientras obtenía información sobre ellos a plena luz, sin que tuvieran la menor idea de quien se trataba. —Tenemos que descubrir quién es este hombre y cuál es su agenda —dijo Michele, con su voz firme y determinada—. No podemos permitir que continúe interfiriendo en nuestros asuntos. Jesse asintió, frunciendo