Tras despedirse de sus gatos y cerrar la puerta, sabía que no habría vuelta atrás, ya había tomado una decisión. Selena no quería seguir sufriendo por Derek, realmente había sido bastante tonta al creer que ese Alfa podría quererla de una forma diferente. “Especialmente después de la forma en que nos conocimos y cómo me utilizó esa noche” —pensó frustrada, aunque de esa noche le había quedado su milagro: sus dos pequeños cachorros, que seguían creciendo en su interior y la necesitaban fuerte. Selena tenía que reconocer que Adaline era realmente hermosa y tenía dinero y mejores contactos que podrían servirle a Derek para todos sus planes. ¿Por qué estaría entonces con alguien como Selena? Si ella no tenía nada de especial y simplemente era una loba solitaria, expulsada de su manada y sin