Ángela tenía muchos días extrañando a Selena, pero por suerte ya estaba mucho mejor y le habían indicado que en menos de una semana tendría su alta médica, por lo que podría estar nuevamente con su amiga y salir con su precioso Jonathan. Le encantaba ese hombre y la había hecho considerar que definitivamente lo mejor que había pasado en esos meses era conocer a Jonathan. “Además de mis hermosos sobrinos” —pensó con ilusión, mientras caminaba por los pasillos del hospital. Era extraño que en los pasillos no hubiera nadie, pero curiosamente parecía bastante desolado. Sin embargo, tenía que caminar para cumplir con su cuota diaria de “deambulación”. Vio unos médicos pasar hablando de que había llegado una extraña emergencia y se sorprendió de que realmente todo estuviera tan solitario. Su