—Muy bien, Abel… repite una vez más… ¿qué es lo que vas a hacer? —Derek miró fijamente al joven Abel, que tenía una mirada decidida. —Voy a ir a buscar a mi tío y hacerle creer que estoy de su lado, intentaré recaudar algo de información del enemigo y luego regresaré atrayendo a mi tío Frederick para que obtenga el castigo que se merece por su traición a la manada. —Muy bien. —Derek asintió, con una sonrisa—. Confió en ti, muchacho. Te estaremos esperando. Después de escuchar esas palabras, Abel salió fuera del departamento en el que estaban, mismo que era un punto cercano al muelle donde tomaría un barco para ir a la isla vecina a la de los Walters, la isla en donde antes había vivido Aisling. Una vez llegó a esa isla, con el sol ya comenzando a ocultarse en el horizonte, Abel se