Tras llegar a la mansión de los Daurella, muchos de los lobos se quedaron mirando a Selena, cosa que molestó mucho a Derek. Él no quería tener que imponer su autoridad, pero sabía cómo funcionaban las cosas en la manada, por lo que no le quedaba de otra que actuar de forma que ellos supieran quién era el líder. Y sí, Derek Daurella mandaba en esa manada, Derek era quien tenía que responsabilizarse como Alfa en mantener la autoridad. “¡Oh, cielos, me encantaría que mi padre estuviera conmigo en este momento!” —pensó frustrado, al ver algunos de los lobos mayores mirarlo con recelo. Gruñó ligeramente y abrazó fuerte a su luna. No permitiría que molestaran a Selena. —¡Hola a todos! —saludó, fingiendo demencia, mientras sentía a Selena en parte tímida, y al mismo tiempo más tranquila y co