Bronx- New York, Usa. Alba jugaba con el pequeño Alex, quien gateaba por el piso de la alcoba que aún compartían en el albergue, miraba a su hijo con mucha ternura, ella desde el día que nació se dedicó en cuerpo y alma a él. El niño ya tenía un año de vida, A la joven madre no le importaba andar con los zapatos viejos, o la ropa con remiendos, con tal que su bebé tuviera lo mejor. No tenía lujos, sin embargo, con lo poco que ganaba no dudaba en gastar en el infante, él había llegado al mundo a ser su alegría, no le importaba las habladurías de la gente sin oficio, cuando la discriminaban e insultaban por ser madre soltera, a pesar de eso ella se sentía orgullosa de su pequeño. La muchacha trabajaba las mañanas limpiando casas, esta era la tercera vez que empezaba un empleo nuevo; el mot