Durante el trayecto al supuesto restaurante que Atenea quería llevar a Apolo, el empresario no paraba de pensar en Artemisa y en lo que podría estar haciendo con ella (algo que lo preocupó por la intensidad de su pensamiento). — ¿En qué piensas Apolo? — Le preguntó un tanto interesada mientras salían del estacionamiento hacía todos los autos que se encontraban varados en la carretera. — En lo horrible que está el tráfico desde hace una hora — Mintió mientras bufaba — No sé por qué desde hace rato ningún coche ha podido pasar, así que venir a comer es un buen pretexto para poder enterarme — Atenea frunció el ceño al escucharle decir la palabra "pretexto" haciendo referencia al plan de ir a comer. — ¿Y por qué estás tan interesado en saber lo que está pasando? — Le preguntó un