La mirada de Natasha se mantuvo sobre los artistas que tocaban y después de su tercer vistazo, Charles la apartó de la pista – sí me lo pides, conseguiré que te dejen cantar. Natasha se preguntó si estaba siendo honesto o se burlaba de ella, esas personas, nobles, comerciantes, académicos pedantes y accionistas de empresas prestigiosas que podían pagar boletos para el teatro cada semana se burlarían de su voz o peor, la ignorarían – no sabes lo que dices – le dio la vuelta para irse. Charles la alcanzó – será diferente cuando nos casemos, y no todos son escépticos, las personas que te presenté… – No te he dado una respuesta – lo interrumpió – deja de presentarme como tu futura esposa, me haces pensar que mi opinión no te importa, tú ya tomaste la decisión y lo único que me queda por hac