El nado del día de ayer me hizo meter hoy mi traje de baño en mi cartera. Pero todo con el cuervo debía ir con cuidado, por lo que en lugar de meter solo un bikini ingrese un traje de natación. Si volvía a estar de buenas, le pediría usar esta vez la piscina interior. No parecía molestarle y el pensar que podría nadar todos los días en la tarde me relajaba. Mi ensoñación puede esperar porque necesito que el equipo de Marketing firme unos contratos en la empresa. Ya serán las 12:00 PM y todavía nada que lo hacen. Tendré que ir pero al levantarme de mi escritorio Andrés se interpone. —¿Dónde almorzarás hoy Elle? – me sonríe. —En la casa del señor Bryrne como siempre Andrés. —¿Y no podrías hoy faltar a esa comida y venir conmigo a almorzar? —Ah… – no creo que a Aidan le importe que no