Carolina levantó su cabeza y se quedó viendo a Eithan, los ojos del hombre estaban brillantes, él la miraba de una forma tan especial, que le demostraba todo lo que estaba sintiendo por ella con tan solo una mirada. —¡Todo va a estar bien! —Le dijo él mientras le acariciaba su mejilla. —No se como agradecerte lo que estás haciendo por las dos Eithan la miró y le dio un dulce beso en la boca —Con el simple hecho de que me permitas besar tus labios, me estás agradeciendo todo. Carolina se sonrojó ante sus palabras y de nuevo se clavo en su pecho, los latidos del corazón de Eithan se intensificaron y ella pudo escucharlos a la perfección, era como si ya conociera el precioso sonido que estos emitían. Sin embargo, una voz femenina a través del altavoz de la sala de espera los sacó