Eithan se desanimó por completo y maldijo para sus adentros, tomó su telefono y marcó el número de Carolina. Ella, estaba en el hospital, su madre no había mostrado ninguna señal de avance o retroceso, así que simplemente estaba sentada a su lado, ofreciéndole lo único que tenía en ese momento, su compañía. Su telefono empezó a timbrar, cuando vio el identificador de pantallas, quiso desfallecer, a la primera llamada no contestó, sentía un poco de resentimiento con Eithan, pero al ver que siguió insistiendo le atendió. —Hola—respondió fría —¡Carolina! ¿Cómo estás cariño? —Bien —Carolina contestó cortante, tenía resentimiento por la noche anterior —¿Estás molesta? Perdóname, anoche me quedé dormido y no pude llamarte, acabé de despertar, tal vez algo me cayó mal. —No, no est