mi último año de secundaria

mi último año de secundaria

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Blurb

Me llamo Natalia reyes tengo 17 años y llevo menos de un mes que me mude a esta ciudad, decisión que tomo mí padre gracias a mi madre.. que por cierto... nos abandonó.

fue un día normal pero que nunca olvidare porque nos dejó sin ninguna explicación y sin haberse despedido algo que me dolió por mucho tiempo. después de cuatro años que invertimos buscandola; padre se veia más triste, pero queriendo lucir fuerte para mí. decidimos dejar el pasado atrás y enfocarnos en el presente, vendimos nuestra casa, mi papa tiene en mente volver a enfocarse otra vez en los negocios y nos mudamos a esta ciudad para empezar de cero. estoy muy emocionada. este año va ser mi último año antes de irme a la universidad, espero seguir el consejo de mi padre " Vive el ahora para que mañana no te lamentes; disfruta el presente para que vivas de manera diferente

No mires el pasado con tristeza aprende ya de tus errores

para que estos mismos, no estanque tu presente y futuro”

Espero que este relato y el de mis amigos que conocí te haga olvidarte de tus problemas por un rato, y que sepas que es bueno ser diferente y afrontar los problemas con una sonrisa

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Primer Día de clases
Exactamente a las seis y media de la mañana sonó la alarma de mi despertador. lo mande a volar inmediatamente. no es que me agrada el agradable sonido de esa cosa.  Estire los brazos con notable flojera tratando de cerrar los ojos huyendo de la luz del sol que se escapa del sol. Me presento. Soy Natalia reyes, tengo diecisiete años recién cumplidos. Vivo a cuarenta minutos del instituto. Estoy en el quinto semestre. no soy la estudiante más sobresaliente por lo que este año Debo esforzarme mucho para subir de promedio, el año anterior mis notas no fueron tan buenas como lo han sido anteriormente. «¿estarías muy decepcionada de mi si estuvieras aquí» me reí de mi pensamiento. Me levante directo al espejo para peinar mi rebelde cabello castaño oscuro que era entre liso y ondulado. Siempre recibí admiración por mi frondosa cabellera; Se me complicaba peinarlo y desenredarlo cuando llegaba a la cintura y sin contar que gastaba un monto de producto para mantenerlo. Vi escuetamente el reloj de escritorio. Me volteo en automático parpadeando perpleja para ver mejor la hora —¡AAAHH!!— deje caer el cepillo del susto —¡son las seis y media, Llegare tarde! — me adentre en el baño para una ducha rápida de cinco minutos. Salí de la ducha para buscar la toalla. Que se supone u3 debe de estar adentro  «“Buena manera de empezar tu año Natalia”» pensé mientras me adentraba nuevamente en la ducha. .. .. .. .. .. .. En otra parte bajaba de una gran casa una chica de una estatura promedio, su pelo era de color rubio. esta lleva el pelo en dos trenzas que le llega hasta la cintura —nos vemos abuela— se despide la joven de una señora elegante que se despide desde la puerta de la casa. Con una sonrisa bajo las escaleras rápido para llegar al carro que la espera al finalizar las escaleras — vendré a las dos, hoy salgo temprano—se despidió con la mano una última vez para abrir la puerta del   carro. Dio un suspiro ya adentro del vehículo tecleo un mensaje en su teléfono para hacer el recorrido más ameno. empezó a revisar algún mensaje o alguna novedad en sus r************* —Peter—llamo al señor que manejaba. —dígame señorita Sophia—contesto el conductor. —nunca vas dejar el formalismo conmigo—rio empática mientras trenzaba su cabello en algunas partes que siempre se le deshacen por algunos mechones de cabello más cortos. saco de bolso un espejo para poder verificar como estaba su peinado y echo hacia un lado su flequillo. —Es la costumbre señorita Sophia, discúlpeme— su tono de voz era de incredibilidad porque tenía razón respecto al formalismo— ¿va a preguntarme sobre el joven Erick? — La rubia se rio un poco—me conoces tan bien—volteo su vista al camino recorrido —sí, ya quiero verlo, ha pasado tanto tiempo. ¿crees que pueda venir mañana para ir al instituto? — —Es posible, revise y el tomo el vuelo ayer antes del anochecer— Sonrió para sí misma. Se metió en sus pensamientos hasta que llegó al instituto. Se despidió del conductor y se adentró en el Mismo, camino lo más rápido hacia el salón de clase. Se puede decir que es algo popular y reconocido por muchos estudiantes, Pero ser reconocido te expone mucho a ser blanco de miradas y a ser más consiente de en quien puedes confiar y ella lo tiene muy consciente. El salón a dónde camina queda en el edificio “c” en el piso numero dos el primer salón entrando —buenos días a todos—saluda a todos con una sonrisa. Me senté el asiento de la primera fila junto a la ventana, observé el reloj que estaba encima del escritorio. Siempre se asegura de llegar justamente a la clase para entrar directo a ver la materia. —buenos días alumnos— entro una señora mayor a los cincuenta años y con pelo dando a gris, pero con energía y con temperamento fuerte —soy la directora treis y como hay muchos alumnos nuevos me veo en el deber de decirles las reglas y lo que se tolera en el colegio— —¡ay no! —se quejó la rubia en voz baja «Mal comienzo que tuve con esta directora» se lamenta girando su vista disimuladamente a otra parte. . . . . — No puede ser —veía el reloj de su teléfono — ¡mi primer día de clases y llegando tarde!, ¡son las siete y veinte! —la chica de pelo ondulado lleva corriendo desde su casa y aun así no fue suficiente para llegar a tiempo. dio un suspiro para calmar su respiración enfrente del aula, luego de calmarse entro a su salón correspondiente llego justo cuando la directora estaba por entrar, así que ubico el asiento más cercano junto a una linda chica de pelo trenzado. a dos pupitres de donde estaba se encuentra un chico de ojos verdes claros. le llamo mucho la atención su tono de piel pálido. A su mente le llego el protagonista de crepúsculo. Sonrió alejando ese fugaz pensamiento. no pudo estar mucho tiempo viéndolo porque en ese momento llego una señora de cabello grisáceo que según su porte debe ser algún docente o quizás la directora. La señora de pelo grisáceo directo al escritorio dejando en la puerta a una mujer mucho más joven que ella —las dejo con su profesora.  no quiero ver ningún alumno afuera en horas de clases y no quiero que se peleen y si lo van hacer afuera de la institución —hablo con autoridad. al parecer ya había estado en ese salón anteriormente. En ese momento dirigió la vista hacia el muchacho que estaba a mi lado y ahora que lo veo bien efectivamente era un muchacho blanco dando a pálido, de ojos verdes, Cabello n***o rapado a los lados resaltaba que tiene un moño recogido. tenía un buen físico y daba la impresión de ser malo y chocante a la vista. —y con eso me refiero a usted joven Gómez, ha sido el peor estudiante que ha tenido esta sección —ella lo miró con molestia. Este le devolvió la mirada, pero con una sonrisa desafiante y burlona. —bueno empecemos, veo que hubo una persona que llego tarde aquí—tu… tu niña —la señaló con un dedo —¿por qué llego tarde? — Sentí que un escalofrió me recorriera por mi columna dorsal cuando esa señora me señalo. Me levanté de mi asiento mirando esquivando su fuerte mirada — disculpé la tardanza. No volverá a pasar — me disculpe rápidamente. en realidad, Ni yo me creía que llegaría temprano tan rápido, llegue más rápido de que esperaba. La mujer asintió aceptando la disculpa —que no se repita señorita—la siguió con la vista hasta que ella tomo asiento —traten de llegar a tiempo a sus asignaturas; el que llegue tarde tendrá un reporte. sin más preámbulos los dejo con su profesora de matemática y química. Los estaremos vigilando así que traten de estar al día y no hacer nada indebido —luego de decir eso cerró la puerta con fuerza. —¡vaya, que mujer más loca! —expreso en voz audible una chica de pelo lacio corto que no visualice bien porque estaba muy delante de mi asiento. —cuidado señorita —regaño la docente que recién entraba— soy la profesora Maurys y como sabrán hay personas nuevas aquí. voy a pedirle que se presenten por favor— la profesora hizo a pasar a varios alumnos, todos dieron una presentación sincera y algunas divertidas. La docente giro a la dirección de la chica de pelo ondulado. Ella se levantó pasando al frente del pizarrón para presentarse — buenos días. hola, soy Natalia reyes. Tengo diecisiete años y Me acabo de mudar a este lugar—pensó en que más decir para no dejar muy corta su presentación —me encanta leer historias y mangas. me encantan mucho los dulces se puede decir que Tengo un vicio con el chocolate —todos rieron un poco. «¿por qué dije eso?» se lamenta en su mente —eso es todo. Un gusto conocerlos y espero llevarme bien con todos— al instante se sentó incomoda por sentir todas las miradas puestas en ella. —que adorable—comento la profesora Maurys — ahora usted señorita— Se levantó la chica que hablo antes de la presentación —que tal. soy Kaori Yamamoto. Me cambie de instituto por comodidad ya que el antiguo me quedaba muy lejos—  explico mientras colocaba una mano en su bolsillo—les iré diciendo una cosa—cambio su tono de voz a uno amenazador— quien me molesté se la verá bien feo, me oyeron. Fuera de eso. Espero que nos llevemos bien —se sentó como si nada. Todos los alumnos la vieron pasmados ¿Qué tipo de presentación era esa? ¿no que las japonesas son tiernas? Esas preguntas y más pasaban por casi todos los alumnos. —sigamos con la clase— siguió la profesora un poco curiosa de la presentación de la chica—empecemos con química. saquen sus cuadernos en la página doscientos cincuenta y cinco…— Pasaron dos horas viendo esta clase. sonó el timbre dando anuncio a un receso de veinte minutos antes de ir a la siguiente materia. «por fin salgo de esta clase» sé quejo la chica de pelo ondulado. metió todo rápidamente en su bolso por la rapidez su lápiz se cayó de su escritorio más allá de su alcance. «que tonta estoy hoy» se dijo. se inclinó a recoger el lápiz, pero solo logro alejarlo más de ella. bufo un poco. — No te preocupes, toma—se inclinó a recogerlo una chica de voz dulce y de trenzas. —gracias, muchas gracias— le sonríe mientras le acepta el lápiz a la linda chica, que diría que es hija de una modelo— me llamo Natalia — —hola Natalia me llamo Sophia— se presentó igual —bonita presentación. Eres muy tierna — —¿enserio? —se rio con pena por haber hablado de más enfrente de todos. guardo su lápiz en su bolso a la ve que echa un mechón de su pelo detrás de su oreja—no sé cómo es todo por aquí. ¿estas ocupada? —la de trenzas negó amable —¿puedes enseñarme como es todo por aquí? creo que corrí tan rápido para llegar aquí que no detalle el lugar, ¡fue un milagro encontrar el salón! — —jajaja no te preocupes, si quieres te enseño como es todo por aquí— —sí por favor, gracias. Disculpa si te molesto—le agradece colocándose el bolso en su hombro derecho. —Para nada es una molestia. es un gusto— le extendió la mano—espero que nos llevemos bien, Natalia— —igualmente Sophia— estrecho su mano. ambas nos dedicamos una sonrisa. —sígueme—le indico. caminaron recto pasando por tres edificios con la misma temática de tres pisos cada uno. —escucha Natalia; Cada edificio abarca un espacio para veinticincos salones y cuatro baños— explico precisa de la construcción —este es el edificio "A"—lo señalo a lo lejos— ese es el edificio donde vemos clases más seguido— caminaron un trecho de cuatro minutos para llegar a otro edificio —  este es el edificio "B” es solo para asuntos de la escuela, allí está la oficina de directora, el cuarto de vigilancia y cámaras, y otros asuntos que tengan que ver con administración y notas certificadas —caminaron derecho sin intención de adentrarse todavía dentro de los mismos aun. pasaron al otro edificio — Este Natalia es el edificio "C" o como lo llamamos el "refugio"— —¿Por qué lo llaman así? —pregunto con curiosidad. —porque ahí hay distintos tipos de clubes, por ejemplo: el de arte, el de ortografía, el de lectura, el de patinaje, el de modelaje… Y estos son los que me acuerdo. También hay un cyber y una biblioteca— —¿la biblioteca? — repitió interesada— iré lo más pronto posible— — mi favorito es el edificio "c" allí también se encuentra la cafetería, cursos aparte como el de música, carpintería, y el curso de corte y confección —dijo esto emoción en sus ojos— el gimnasio y el rincón de los populares —hizo comillas con sus manos Señalando un hermoso jardín con pájaros, árboles, flores, sillas, en fin… todo perfecto como para sentarse a tomar sombra fresca, conversar un rato, y leer un buen libro. —qué bonito. Creo que de todas las zonas verdes este es el más bonito y el más cuidado Sophia, pero —la ve interrogante — ¿es de uso exclusivo de los alumnos mas conocidos? — —¿es tonto verdad? —le pregunta la de trenzas con actitud divertida —en esta secundario influye mucho la posición y la belleza física. No es una regla, pero por alguna razón siempre son estas personas las que se sitúan en ese jardín. Creo que ya es costumbre— —ah... ya. Entiendo. Supongo que los que son de baja posición o tiene baja autoestima con su apariencia evitan estos lugares por que se sentirían fuera de lugar— apenas dijo eso sintió la mirada intrigada de la chica de trenzas. Sonrió enredando un mecho de su cabello —Pensé en voz alta— —no. Está bien. Creo que tienes toda la razón. Fue muy lógico tu pensamiento. Yo pienso lo mismo —compartió con ella estar de acuerdo con su pensamiento que rara vez comentaba, esa chica es diferente a todos con los que ha compartido — dime Natalia ¿quieres verlo de cerca? — la chica asintió emocionada—sí, claro que si— fueron acercándose tranquilamente; todo el mundo saludaba la rubia salta a la vista que todos la conocen y lo aceptada que era en el lugar. pero a pesar de toda Sophia le mostraba no la dejaba sola y la acompaño en todo momento mientras estuvieron allí. se sentaron bajo un árbol sintiendo la brisa fresca y refrescante césped. En ese momento pasaron un grupo de adolescentes que se dirigían hacia ellas.  —hola Sophia ¿cómo estás? —se le acerco primero un chico poniendo una voz ronca en cuanto la tuvo considerablemente cerca —tiempo que no se de ti ¿qué haces? — — hola pedro —su semblante denoto fastidio y algo de aburrimiento — estoy bien gracias o mejor dicho estaba, estoy ocupada. no me molestes—se giró evitando seguir viéndolo —Por favor Sophia —hablo el chico fingiendo tristeza divertido junto a su grupo— no seas cruel conmigo— —no me das más opciones pedro—se levantó del lugar haciendo que la de pelo ondulado la imite —te he dicho que no un montón de veces ¡y no entiendes! —agarro a la de pelo ondulado por el brazo— vámonos Natalia. Permiso —paso por el medio del pequeño grupo que rodeaba al chico. —no seas así Sophia— le decía en vano con una sonrisa socarrona— aunque sea preséntame a tu amiga— se rio un poco contagiando al grupo de su alrededor. —oye Sophia ¿Quién es él? —le pregunto ya un poco lejos del grupo.  —ese es un tonto que quiere salir conmigo— —¿tú eres una de las más populares aquí no? —le pregunto. — claro que no —lo negó tranquila. La vio no creyéndole—todos los chicos se te han quedado viendo y te han saludado desde que llegamos. ¿no te atrae ninguno? — soltó una carcajada —claro que no Natalia ¿cómo puedes pensar eso? Todos son mentes secas. Ninguno me atraería —   —Hola Sophia— Ambas levantaron los ojos hacia el culpable de esa masculina voz y vieron a un apuesto a joven de pelo castaño dando rubio con un corte de pelo “dapper” sus ojos hermosos ojos azules dando a color cielo, con un buen un cuerpo, ni tan ejercitado ni tan delgado llegando a medir como de un metro con setenta y ocho. —Andrés —le dedico una sonrisa a Sophia—¿cómo has estado? — —bien y a ti cómo te va con tus cursos aparte—le pregunto casual. —¡muy bien! gracias por preguntar, te presento a una amiga— señalo a la chica de pelo castaño ondulado—es nueva. Empezó hoy—. el de ojos azules la miro atento—hola Natalia, soy Andrés. Un gusto conocerte—extendió su brazo dándole un leve apretón de manos dedicándole una sonrisa. «¡que sonrisa tan linda!» pensó la chica de pelo ondulado—igualmente Andrés ¿cuántos años tienes? —pregunto curiosa. —Tengo dieciocho— contesto. La chica lo vio dudosa —¿este es tu último año? —el asintió con la cabeza. —se lo que estás pensando —se le adelanto el de ojos azules. La chica de pelo ondulado bajo la cabeza apenada—discúlpame Andrés, creo que fui imprudente contigo— El chico de ojos azules la miro divertido—no te preocupes, me perdí un año de estudio—explico sincero—tuve que viajar con mi familia por motivo de negocios, así que durante todo ese año no estudie. es lógico que lo preguntes. pero dime ¿aparento ser más mayor? —le pregunto alzando una ceja divertido. la de pelo ondulado negó rápidamente—no. todo lo contrario—comento la chica aun avergonzada. —Andrés —intervino Sophia para quitar el ambiente pesado—¿qué clase tienes horita? — —tengo literatura dentro de cinco minutos—mostro entusiasmo al decirlo. —¿te encanta esa materia verdad? —expreso Natalia leyéndolo como un libro. Él le dio la razón asintiendo con la cabeza— espera, dijiste ¿Qué entrabas en cinco minutos? — —si. Tengo que irme. Un gusto Natalia—se despidió —nos vemos en física, cuídate Sophia—le acaricio la cabeza tiernamente a la rubia antes de darse la vuelta y desaparecer. —adiós Andrés nos vemos luego —La de trenzas soltó un suspiro bajo el tacto del chico que supo disimular ante el pero no ante la mirada de la chica de pelo ondulado que no supo disimular una risita que notaron ambos e hizo que chico carraspeara nervioso. —bueno... ya me tengo que ir. Nos vemos— Luego que el chico se había alejado unos cuantos metros su cara cambio de una angelical a una molesta — Natalia ¡que fue esa risita! Se prestó para malos entendidos, y justo cuando... argh ¿Por qué lo hiciste? —le pregunto un poco flipada de la situación recién. la de pelo ondulado se rio tiernamente, sí que le había afectado ese contacto con ese chico—lo siento Sophia, es que se te nota en la cara— —jajaja ¿qué cosa? No te entiendo Natalia —se hizo la desentendida. —te gusta ¿verdad? —la pregunta hizo que la de chica de trenzas abriera los ojos con sorpresa— no me digas que no, se te nota mucho— bajo un poco la cabeza viéndose acorralada ante la afirmación de ella. No vale la pena seguir desentendiéndose— ¿enserio se me nota tanto? —pregunto con voz suave y atónita. La chica dudo en decirle —sí. pero no te preocupes. Él no lo nota. Los hombres son así— paró en seco al oír la campana— ¡diablos, la campana Sophia! vámonos —le sujetó la mano para salir corriendo derecho hacia el edifico más cercano que tiene cerca. —espera Natalia no es en esta dirección— Se detuvo — entonces ¿por dónde? — —es para el otro lado— esta vez fue Sophia la que la jala hacia la dirección correcta, pero tardarían un poco ya que se encontraban en el jardín detrás del edificio “C” y la clase queda en edificio “A” en el último piso la penúltima aula estudiantil —apúrate, Natalia no podemos llegar tarde — —sí un momento corto que se me cayó algo —se inclinó y recogió lo que se le ha caído. Retomaron el camino subiendo las agotadoras escaleras. ¡Sin notarlo bajaron la velocidad con la venían al inicio — no se vale ¡por que tantas escaleras! — Luego de varios cinco minutos que perdieron subiendo las escaleras llegaron al salón de clases directo a sentarse rápidamente y dos minutos de estar sentadas recostadas en el pupitre el Profesor empezó su aburrida clase de historia. Luego de materia tiene dos horas de matemática. Muchos alumnos estaban pendientes en sus cuadernos, era un repaso del año pasado así que muchos entendían la clase y se daban el lujo de hacer otras cosas sin ser descubiertos como sacar el celular o adelantar tareas para más tarde o para mañana. —buenos chicos esto es todo—hablo la profesora— para finalizar. ¿alguien me puede decir la raíz cuadrada de cuarenta y nueve? — la profesora vio a la de pelo n***o corto levantar la mano— dime Kaori—  —No tiene profesora los números no tienen raíces ¿acaso no lo sabe? — la maestra la vio con cara de pocos amigos—solo jugaba profesora, la raíz cuadrada de cuarenta y nueve es siete —contesto muy segura de su respuesta. La docente le dio el visto bueno a su respuesta para decirle que tomara asiento nuevamente—muy bien— Empezó a caminar por todo el salón pensando en alguna otra pregunta para hacerle a la clase — ¿alguno que me explique por qué da ese resultado el ejercicio? —camino derecho evaluando a un posible voluntario. Se detuvo un poco oyendo ronquidos—¿de dónde vino eso? — escaneo todo el salón hasta dar con el alumno —joven Gómez levántese —este estaba en una posición descanso apoyado en ambos brazos, ni se inmuto que la profesora le llamaba la atención. ella carraspeo algo fuerte— joven Gómez— lo zarandeo por la espalda—¡joven Gómez! —alzo la un poco más la voz. Este dormía plácidamente. pero al tercer llamado se movió de lado arrugando un poco la frente incomodo — ah... que — se despertó un poco brusco y fuera de si por el sueño— cállese —soltó adormilado. con eso se volvió a recostar del pupitre olvidándose del lugar donde se encontraba. todos los del salón se quedaron atónitos por la situación incluso algunos les pareció gracioso y no pudieron callarse la risa. —¡Cómo! —lo zarandeo más fuerte— ¡OIGA, PARESE! —grito ya la profesora perdiendo la paciencia. —¡Ahhh! —se despertó dando un grito y dio otro al ver la cara enojada de la profesora y de darse cuenta del lugar donde estaba —Y-Yo no hice nada profesora— tartamudeo un poco. — obviamente que no ha hecho nada. Tome —le deja un papel sobre el escritorio —si no le interesa la clase no está obligado a venir—se dio la vuelta para recoger sus útiles y cartera —terminamos la clase por el día de hoy— Apenas anuncio eso el salón acomodo sus cosas esperando a que el timbre suene para poder despejar el salón. El joven miro el papel asqueado —¡un castigo! —aun sentía los estragos de la buena siesta que tuvo. guardo el papel en su bolso recargándose nuevamente en pupitre. Contaba los segundos para irse con la mirada entrecerrada pero fija en el reloj de pared. Sonó el timbre y todos acomodaron sus cosas para irse. Sophia y Natalia acordaron salir juntas de lugar hasta donde los separa el camino. en esa transición hablaban un poco de ellas, de algún detalle que hubo en clase y las tareas que había que llevar para esta semana, no esperaban que tan pronto ya los estén llenando de actividades, lo negativo de estar en el último semestre a finales del curso será mas ocupado. —bueno Natalia— ambas se detuvieron en un camino que se divide en dos caminos —hasta aquí te acompaño. mi casa queda en esta dirección. nos vemos mañana — —si. Nos vemos Sophia—se colgó de ella en un abrazo amistoso que la agarro un poco por sorpresa, pero que devolvió con una sonrisa que fue devuelta como reflejo —gracias por todo Sophia me caíste muy bien— —a mí también me caíste bien Natalia, eres una chica tierna graciosa y hasta un poco rarita sabes — escucho que se carcajea un poco —este nuevo año al menos tendré cuatro amigos para pasar el año— la ve interrogante —¿cuatro amigos Sophia? ¿yo? —se señaló a ella misma. —Obvio que si naty—la vio sonreír por el apodo—tu, Andrés y alguien más que vendrá mañana a estudiar con nosotras— —¿quién es? ¿Quién Sophia? —la ve con ojos curiosos. —no te puedo decir. espera a mañana—mantuvo el misterio Sophia. hincho las mejillas acompañado de un puchero— está bien—murmuro insatisfecha —adiós amiga, nos vemos mañana— se despidió alegre empezando a caminar —adiós Natalia, nos vemos mañana—

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