Salio acompañado de unos guardias y fue a buscar a Larissa su novia, llego a una enorme casa, le abrieron las puertas y entro solo ella estaba recostada en un sillón leyendo un libro
—¡Hola Larissa! —dijo Julius
Lo vio, se levanto presurosa a abrazarlo
—Julius, oh ¡mi amor te extrañaba mucho! —dijo Larissa
—Y yo a ti mi amor, es que mi papá me mando a estudiar con los Nigromantes y estuve encerrado, pero ahora quiere conocerte y quiere verte hoy mismo, ¡¿vamos?!
—¡¿En verdad quiere conocerme?! y ¿ no se enojo que soy la hija del que provee los alimentos? —dijo Larissa.
—No, por eso me dijo que te lleve, ¡para conocerte! —dijo Julius
—¡Espérame un momento!, mientras me acicalo un poco Julius —lo dijo saltando de alegría
De todas maneras era el Rey que quería conocerla y su hijo era su amor el Principe Julius.
No demoro mucho y salio del brazo del príncipe, caminaron porque no estaba lejos el palacio de la casa de Larissa, entraron y subieron,Julius toco la puerta del despacho de su padre se escucho
—¡Pase!
Abrio la puerta Julius, asomo su cabeza diciendo:
—¡Papá! ,ejemp, jeje ¡aquí traigo a mi prometida!.
A Dracula le divertía como se ponía su hijo le dijo:
—Hazla pasar ya hijo, ¡caramba!
Larissa entro, ella jamás había visto al rey y cuando lo vio quedo impactada de lo guapo que es, claro que Julius es guapo, pero su padre le lleva a por mil y saludo
—¡Buenas noches su majestad!, me llamo Larissa
Dracula alzo la vista y vio que era una hermosa doncella pelirroja, le impacto demasiado y sonrió
—¡Buenas Noches Larissa! ¡hasta que te conocí! mi hijo habla mucho de ti
—¡Es que la amo papá! —dijo Julius.
—Jejeje, se nota hijo, se nota y bien, ¡para cuando se casan! —dijo el Rey
—Disculpe usted majestad, ¡¿no se opone a lo nuestro?!, pense que...como mi padre...—dijo Larissa
—¡Niña linda! si se aman no me voy a oponer, solo fijen la fecha de matrimonio —dijo Dracula
Larissa corrió a abrazar a Julius y éste también la abrazo feliz.
Dracula al disimulo veía cuando la chica saltaba las hermosas piernas que tenia, el bello cuerpo curvilíneo de ella y de faz era muy bella, sonrió malevolamente con sus oscuros pensamientos.
Julius fue a abrazarlo y Dracula le correspondio el abrazo, más que todo sentía el calorcillo de su hijo, le recordaba los abrazos de su difunta esposa que amaba.
—Papá, ¿qué te parece dentro de un mes?
—Muy bien, entonces a hacer los preparativos, no se preocupen yo hablare con el Obispo, lo de la recepción y la Luna de Miel. Mientras Larissa va a donde la modista para que le haga el vestido de novia, tú Julius iras al sastre para que te haga tu traje de Novio y vas conmigo.
—Bien papá, ¡gracias! —dijo Julius
—¡De nada! ,eres mi hijo y ¡quiero verte feliz! —dijo el Rey.
—Larissa, vamos a darle la noticia a tu papá —dijo Julius
—Siiii, es cierto vamos, ¡hasta luego majestad! —dijo Larissa
—¡Hasta luego tórtolos! —dijo Dracula
Cuando cerraron la puerta se dijo Dracula para si
«Que hermosa es Larissa, mmmm jejeje ya te tendré gimiendo conmigo cuando te haga el amor, sé que lo haras igual que Julius, jeje»
Julius y Larissa fueron al negocio del padre de Larissa, le hicieron señas y se bajo del silo que estaban llenando
—Hola príncipe Julius, hija, ¡como así por acá! —dijo Rubenio
—Papiii, ¡me voy a casar con Juliuuus!, jajaja —dijo Larissa
—¡¿Que cosa?! ,pero deben hablar con el rey, Él debe dar su aprobación, porque sino no pueden
—Papá venimosde hablar con el rey, ¡esta de acuerdo en nuestro matrimonio!, jajaja ¡vivaaa!—dijo Larissa
—¿En verdad? ¡ay que bueno! pensé que a lo mejor por ser hija mia no quisiera
—Eso también pensé, pero dijo ¡que no importaba! —dijo Larissa contenta
—Que bien, que bien, yo tenia miedo de su reacción porque ya saben como es, ¡solo Él decide aquí sobre todos y todo!. —dijo Rubenio
—Julius vamos donde la modista acompañame, si vamos —dijo Larissa
—Esta bien, ¡vamos! hasta luego Rubenio
—¡Hasta luego ..novios!, jejeje —dijo Rubenio
Los chicos se rieron de la ocurrencia de Rubenio
Llegaron los atendieron enseguida más que todo, porque se enteraron que se iba a casar con el príncipe Julius
Los chicos estaban lejos de los problemas del reino y que Dracula tenia que resolverlos.
Samira una vampira criada desde niña por el mismísimo Dracula era su mano derecha en el ejercito, todo lo que sabia del arte de manejo de armas y cuerpo se lo enseño el rey, admiraba y le tenia una pleitesía al rey que solo existía Él para ella, Él era su prioridad en todo sentido, moriría por ÉL.Ella llego hasta el despacho del Rey y toco la puerta
—¡Pasa Samira!
Ella entro toda ensangrentada y Dracula salto de su asiento a agarrarla y pregunto:
—Samira...¡¿porque estas así...que pasa?!
—Majestad en las tierras del Moro, los Lycans están robándoles su ganado, nos avisaron y fuimos a defenderlos pero son muchos y rápidos
—¡¿Esta Lucca con ellos?! —preguntó el Rey
—No lo vi majestad,éstos tenían los ojos blancos son muy fuertes y vine a buscarlo
—¡Agggh, Ay, me duele mucho! —dijo Samira quejándose del dolor
Dracula vio la pierna de Samira estaba herida tenia rasgada casi la mitad de la pierna, eso le dolio en su corazón su Samira, la habían herido,eso lo puso furioso, pero primero procedio a curarla
—Samira, ¡te va doler! pero es la única manera que te cures casi al instante, ¡espera cierra tus ojos por favor!
—¡Si...su ma...jestad! —dijo Samira
Dracula dejo la pierna de Samira sin nada de tela y...le lamio, paso su lengua por toda la herida y ésta comenzó a cerrarse, una lagrima se salio de sus ojos al ver tremenda herida en su consentida, le dolio no le gustaba que nadie toque lo que es de su propiedad y Samira era suya no en lo s****l, jamas la había tocado para Él ella era su otra mitad del guerrero y verla sangrando encendio sus más escondido odio a quien se atrevió a lastimarla.
Al cabo de unos minutos Samira estabaperfectamente sin heridas ni dolor, Dracula le dio la mano, la hizo levantarse y sonrió de verla sana , la abrazo, ella estaba acostumbrada a los abrazos delrey, nunca la abrazo con malicia, para ella Él era como su padre era su Rey su dueño
Hizo un ademan mágico y la cambio de atuendo, pero ésta vez le puso una protección mágica para evitar que la lastimen
—Samira, ¡vámonos!, debemos acabar con lo que esta pasando —dijo Dracula
—¡Si su majestad!
Dracula le dio la mano y se fueron en una inmensa bruma escarlata y aparecieron en la batalla, estaban vampiros guerreros peleando contra los Lycans ladrones, pero Dracula se fijo que eran más grandes y los ojos blancos, señal de magia negra y éstos Lycan fueron creados no eran de los normales
—Samira solo que veas que no puedo me ayudas, ¡mientras vigila todo!.
—¡Si majestad!