—¿Y tu exnovia no tenía esas características? —preguntó. —Sí, tenía muchas, es una gran mujer, el hombre que se quede con ella, ganará a una gran esposa —comentó con naturalidad y confianza. —Bueno, ¿y por qué la dejaste? —No era la mujer a la que llegaré a amar con todas mis fuerzas. —¿Un hombre como tú cree en el amor? Luciano la observó impresionado. —¿Crees que no soy un hombre capaz de amar con entera pasión a una mujer? —Bueno… creía que eras un hombre de negocios. —¿Y eso me hace un ser frío y sin sentimientos? —observó a Emely con la gracia que tiene una persona al observar a un niño. —Bueno, no, pero… —se ruborizó en gran manera—, no sabía que eras así… —¿Así cómo? —Bueno… alguien que cree en el amor. —Creo en el amor, Emely. Es algo que está totalmente separ