? Elijan el Amar de un Cuervo una historia entre mil leyendas ?

? Lo Inesperado ?. ( Elijan)

_ Te gusta la niña esa verdad

Yanina me abordó al estar a solas en la habitación

_ Sí y no es una niña

Respondí defendiendo lo indefendible

_ Bajo tu procedencia y edad eres un anciano enfermo

reprochó con desprecio

_ No hables estupideces Yanina. Por qué mentiste diciendo que eras mi novia? Nunca nos etiquetamos. Qué está sucediendo aquí?

Reclamé evadiendo la verdad. Yo recordaba vagamente Mi último cumpleaños, aquel día donde volví a nacer

_ No he mentido, no tengo que hacerlo. Nos acostamos hace muchas noches

Dijo a punto de mostrar su herida, Pero le recordé el pasado

_ Has mentido porque sabes que estamos juntos, porque murió tu mago Ignacio. Nos conocimos, te sentías sola y te conocí bajo la ebriedad de una noche. Me deslumbraste con tu rostro que sabes a quién creí que pertenecía. y tú seguiste el juego. más con uno de tus famosos hechizos me hiciste caer en tus brazos y luego seguimos lo que hasta ahora se habia formado.

_ Y según tú, qué se formó? Si no somos novios, explícame

Dijo cortando mis palabras con una sonrisa sarcástica.

_ Pues te voy a aclarar una cosa, No lo sé, pero lo que sí sé es que si no te etiqueté es porque nunca te he amado. Y pensé, lo tenías claro, No debiste actuar de esa manera, menos a sabiendas que ella me atraía.

Escupí mi molestia y salí en busca de tranquilidad. Tal vez sea yo un egoísta, pero lo que ahora en mí se despierta es como una flama intensa a punto de encender mis adentros en llamas.

Al salir al patio Me encontré con Atreyus, el lobo del rancho, uno grisáceo que tiene conmigo más de veinte años. Jugueteamos un rato, entonces recordé que es adicto a los paseos nocturnos. Solté su cadena y lo invité a seguirme. Entonces caminen junto a él, adentrándonos al bosque, mientras yo, en silencio, le lanzo una vara. Reflexionando sobre la vida, el amor y la muerte, me empecé a sentir atrapado en un ciclo interminable de soledad.Tal vez sea por el reciente latir de mi corazón que ha ablandado mi pecho, indicándome que debo encontrar alguien a quien de verdad ame y compartir tiempo de mi eternidad. Pero con cuál criatura debería yo casarme? Con Yanina, Una hechicera que a pesar de no ser inmortal, tiene sus trucos para alargar sus años y belleza? O con Mabel, esa simple mortal tan frágil como el cristal que ha removido mis adentros? Caminé bosque adentro y en mis pensamientos me debatía entre el amor y el miedo.

El enamorarme de una humana es saber que eventualmente no separará la muerte y al casarme con Yanina y entregarle mi amor O tal vez mi lealtad no sea buena idea, podría ser traicionado por mi secreto y bajo algún hechizo ser más condenado que ahora, que simplemente como una amiga cariñosa duerme A mi lado y ahora me ha enseñado los dientes al por otra mujer verse amenazada.

Entre tanto pensamiento, llegué a la orilla de la cascada. Caminé por otro rato junto a Atreyus, corriendo tras la vara. Entonces un leve sonido me llevó a acercarme a un árbol seco. No pude evitar sentir una corriente de frío espantosa recorriendo mi médula espinal. Observé una mujer de blanco caminar entre las tumbas bajo la espesa nieve que crea la cascada. Me oculté más tras los arbustos, creyendo era un fantasma perdido o un alma en pena en busca de un humano frágil y débil para por un tiempo jugar a estar vivo dentro de su cuerpo.

Y a pesar de ser yo un hombre especial, hay cosas que aún logran perturbarme. pero los segundos. El miedo inicial se disipó al ver que solo era Mabel explorando como cualquier joven en los alrededores. Su cabellera negra como la noche misma, se deslizaba por sus pronunciadas caderas despertando mi libido y su piel parecía brillar bajo la luz que nos ofrece la luna, que espanta la oscuridad al acostumbrarse tus ojos. De pronto ella levantó su rostro y volví a ver sus pozos negros, como otras veces, tragándose todo lo que con curiosidad sus pupilas ven. Entonces entendí Por qué Manrique cariñosamente la llama ópalo. Es porque es tan hermosa como la misma piedra, con su brillante color oscuro. Su vestido blanco se ondea suavemente junto a su cabello largo, con la brisa cayendo en cascada sobre sus hombros, soltando su perfume en el aire.

Absorbí su aroma Por unos segundos, llenando mis pulmones y alma que está a punto de desbordarse en deseo hacia su piel pálida. Pero de pronto, Los ladridos de Atreyus esfumaron la magia.

_ Ho! no me muerdas! Qué lindo perrito! Ven, tengo una galletita para ti.

Escuché su voz entre nervios. Atreyus le enseña sus dientes por ser para él una simple desconocida.

_ Atreyus: Basta! siéntate

ordené al salir detrás de los arbustos. La bestia enseguida obedeció

_ Qué susto acaba de darme ese animal! Qué haces por ahí escondido?

Soltó algo asustada y creo también molesta. Sus cejas lucían entornadas

_ Perdóname, no quise asustarte

Respondí, acercándome con cautela, observando cada una de sus reacciones.

_ Pues casi me matas. Estaba justo pensando en el empalador

Dijo el juguetear con sus manos, para seguidamente arrancar una flor silvestre del cementerio. Al olerla, creo, quedé paralizado con su belleza, porque volvió a atacar.

_ Qué sucede? Por qué me miras así? Pareces un psicópata

Sonreía al ver su seño fruncido. Entonces sín poder contenerme. Levanté mi mano y atrapé un mechón de su cabello y lo obligué a acercarse.

_ Me llamas psicópata por aparecer por aquí, pero qué haces tú en medio del cementerio, en la oscuridad? Soy yo el que casi muere de un infarto al verte aquí como una bruja en medio de un ritual?

Solté mis palabras cerca de su rostro, intentando despertar el deseo de sus labios, ya que mi propio deseo me estaba quemando.

_ Creíste que yo era una bruja por estar aquí

Dijo entre susurros - No te había despertado sus nervios. Es evidente para mí el que también le atraigo, aunque no deduzco que si con la misma intensidad que yo conllevo.

_ No lo creo, estoy seguro. Me has hechizado Mabel. Qué harías si te beso?

Pregunté al con la punta de mi dedo acariciar su labio inferior carnoso,

_ No lo sé

Contestó casi temblando

_ Entonces tendré yo que averiguarlo

La recosté suavemente contra un árbol y me uní a sus labios. Primero fue un beso suave que de a poco se fue volviendo intenso. Apreté su cintura para pegarla más a mi cuerpo, para así sentir el agitar de su pecho.

_ Elijan por qué lo haces? Tienes novia? Crees que estoy dispuesto a ser tu amante?

soltó al bruscamente empujarme

_ No intentó ofenderte. Nunca te pediría eso

Quise explicar mis sentimientos, pero ella solto

_ Entonces aquí está jugando. Vienes aquí a llevarte mis besos y quieras más tarde frente a Yanina, Dime para entender lo que piensas.

Su respuesta me dejó sorprendido. por primera vez no supe que contestar.

_ Mabel Bianchi: De dónde has venido? Y lo para mí más importante, el saber por qué has despertado lo que yo creí en mi interior moribundo dormía.

Susurré al volver a besar sus labios, un beso corto y suave. Y ella respondió golpeándome con su aliento dulce.

_ La pregunta es: Quién eres tú, Greco? Por qué no logró dejar de pensar en ti?

Al escuchar aquello, mi corazón empezó a latir con fuerza.

_ soy algo que ni siquiera yo mismo sé de dónde proviene

Le respondí pegando mi frente a la suya, con ganas de contarle y mostrarle mis secretos. Pero eso Tal vez la espante.

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