? Elijan el Amar de un Cuervo una historia entre mil leyendas ?

" Cap#4 " ? Celos Devoradores ?( Elijan)

Entre las sombras del castillo recordé el rostro de Mabel al viejo Fox informarle de aquella visita. Sus ojos se iluminaron al saber que aquel había llegado

En ese entonces salí aprisa de su casa, ocultando mi enojo y curiosidad de saber quién es Derek Y qué lo ha hecho venir tras ella. Tal vez sea una pregunta estúpida, me dije. A qué crees que ha venido? Ella es una mujer hermosa y a pesar de su frágil humanidad, Yo solo a ella deseo ver envejecer y tal vez atreverme a hurgar en lo desconocido y con ella vivir por siempre al alargar sus años o encontrar la forma de yo extinguir los míos.

_ Qué haces? Espías nuestros vecinos o solo la hermana en especial?

Amél invadió mi cuarto, como acostumbra, sin tocar

_ Cuándo aprenderás a tocar hechicero

Le dije al tirarle la toalla de mano con la que me he secado el sudor del ejercicio que me he propuesto hacer unas cuantas flexiones de pecho para apaciguar los pensamientos.

_ Elijan Quiero preguntarte algo: si te gusta tanto la chica, Qué pasará con Yanina?

Preguntó con total confianza - Se la he dado, ya que es como un hermano

_ No me gusta la chica, Me encanta la chica. Y Yanina? No lo sé. llevamos juntos y no juntos tanto tiempo que ya no la veo al igual que antes.

Contesté, creyendo ella no me daría problema

_ Pero Yanina, qué crees que pensará ella como mujer Y también como hechicera? Yo sería muy cuidadoso. Elijan. las mujeres son peligrosas, más cuando están heridas.

Me advirtió como buen hermano, advirtiendo que no debía jugar con fuego. Mabel: solo una humana frágil como Nicoleta, pero Yanina tiene su propia fuerza. Brujería ancestral.

_ Crees que debo alejarme de ella, de la humana?

Pregunté temeroso de la respuesta

_ Lo único que creo yo que si hay algo que ya no desees de Yanina, ya la dejes Y pues el destino decidirá. Pero no debes olvidar que no perteneces a este mundo así hayas nacido en él y que tal vez enamorarte de una humana nuevamente sea solo una forma de tu mismo auto castigarte por no entender que eres o de dónde provienes.

Todo lo que unos segundos atrás había pensado con las palabras de Amél se habían derrumbado. Entonces volví a mirar en dirección a su ventana. Las cortinas permanecían en su lugar, impidiéndome descubrir la verdad de quién era Derek, y una sensación ajena me invadió. Pero rápidamente descubrí que eran celos, un sentimiento muy poco experimentado por alguien como yo, pero sí bien los conocía. No pude contener la punzada de dolor al darme cuenta de lo que significaba. Estaba enamorado de una humana, sin siquiera saber si ella algo hacia mí sentía. Era una coqueta. La había visto la noche de la fiesta.

Tal vez, y es por eso que siempre me sonríe en sus habituales vestidos oscuros, ceñidos a su cuerpo, tan largos que cubren sus hermosos tobillos, haciéndome desear a un mas su piel.

Envuelto entre aquel tornado que no dejaba apartar mis ojos de aquella ventana, la cual al estar cerrada solo hacía torturarme entre sombras de Cuervo. Volé en mi propia forma de ave lejos de mi ventana para no ser atrapado fisgoneando en la de ella.

Volé por horas observando la naturaleza bañada por la oscura y misteriosa noche, pero agotado y menos claro, entrando las tres de la madrugada, decidí volver a mi casa y cuando mis alas se expandían sobre la casona de los Bianchi, entonces la vi a ella como un alma en pena por el jardín desandar. con una botella a medias, con un cigarrillo encendido, cantando una canción de Whitney Houston.

Me posé sobre un árbol a observarla, visiblemente ebria, entonces Me quedé en silencio, escuchando su voz, adentrándome en sus sentimientos hasta unos minutos después. ella se levantó arrastrando sus pasos y volvió a entrar a la casa. Un sentimiento de molestia se clavó más en mí, ya que pensé, tal vez el visitante solo vino a hacerla sufrir. Estuve unos instantes rodeando su casa, pero sus ventanas siguen cerradas. Entonces me decidí volver a mi propio balcón, sin recordar que posiblemente alguien me esperaba.

_ Dónde estabas

La voz de Yanina me recibió con el resplandor de la luz que incendió al Yo. incorporarme en mi habitación. Se encuentra tendida en mi colchón, esperando por mí, como otras muchas noches.

_ No pensé que estarías por aquí. Andaba por ahí dando una vuelta. Mañana iré al rancho. Volveré el martes.

Le informé Al despojarme de mi pantalón, única prenda que vestía al salir, dando por hecho como otras veces, ella se quedaría. Odia el campo y todo lo que tenga que ver con animales. Malos recuerdos de su pasado reviven en ellos.

_ Ujum

Fue lo único que respondió a la acurrucarse entre las sábanas. Me acomodé a su lado y me llegaron unos pensamientos ponzoñosos. Pensé: Ella llevará a Derek al viaje y yo estaré solo y enojado. Entonces no seré confiable.

_ Yanina: invité los Bianchi, Por qué no me acompañas para no sentirme solo o fuera de lugar?

Se acomodo sobre mi pecho, solo nos damos cariño entre sábanas Y eso siempre me había gustado. pero con Mabel deseaba algo más. una bestia fuerte y hambrienta dentro de mí se había despertado ansiando aquella mujer.

_ Irán todos ellos, o sea, la familia

Preguntó al hacer dibujos con sus uñas sobre mi pecho, iluminando mi piel con La magia que sale de sus dedos.

_ Eso creo

Respondí intentando restar importancia al tema

_ No sé el, por qué te has empecinado en hacer amistad con este humano, Pero bueno, te acompañaré

Agregó al bostezar

_ Gracias Ahora descansa

Acaricia su espalda Yanina, una mujer hermosa, cariñosa, complaciente, a la que yo le tenía mucho aprecio, a pesar de nunca llegar amarla.

_ Porque mejor ven, hagamos el amor, así nos dormiremos extasiados

Empezó a acariciar mi cuerpo e intentar besar mis labios, pero mi mente solo divagaba sobre aquella mujer hermosa de cabello n***o que en este momento estaba ebria en su habitación con alguien que no conocía pero que ya yo lo deseaba muerto.

_ Ahora no, déjame tranquilo, solo quiero dormir

Con esas palabras di la espalda apenas y la escuché quejarse, para entonces volver a pagar la luz. Pero yo pasé hasta el amanecer pensando en aquella mujer.