? Elijan el Amar de un Cuervo una historia entre mil leyendas ?

? El Aviso ?. ? Elijan ?

Después de volver y entregar los detenidos empezaron los días de celebraciones a los cuales yo no podía faltar. Sería condecorado junto a mis primos por nuestra nueva hazaña. Pero a pesar de que los días prometían ser alegres en mi pecho, una angustia me exigía volver con Mabel, O tal vez llamarla, pero estando entre tantos rostros pertenecientes de los clanes, no me parecía seguro marcarle.

_ Bastian: Qué pasa? Hablemos con aquellas chicas. Pareces aburrido.

Dijo Scott al invitarme a un grupo donde juegan a verdad o reto

_ Volveré después. Necesito salir de este bullicio, tal vez buscar Paz entre el bosque.

Me observó con ojos de sorpresa, pero al verme salir no intentó detenerme. Habían pasado meses desde que nos habíamos aventurado en los intrincados y misteriosos bosques del Amazonas, un lugar realmente fantástico, pero también temible. Caminé un poco hasta estar en frente a la imponente mansión donde ahora se celebraba nuestro triunfo, un lugar que había visitado muchas veces como muchos otros, ya que hay castillos del Clan Widman esparcidos dónde allá. vida sobrenatural.

Observé sus paredes grisáceas, milenarias, y esta vez mis ojos se posaron en las altas Torres cubiertas de enredaderas y las estatuas antiguas que adornaban la entrada. Enseguida pensé en Mabel, en que tal vez a lo que ella vea lo que me rodeaba huiría con escalofríos. En el momento sonreí por aquel pensamiento, ya que la imaginé corriendo descalza y despavorida al ver que el amor de su vida era un monstruo. Entonces caminé bosque adentro, alejándome del bullicio y de la familia.

Pero mientras caminaba por el bosque, solo con mis pensamientos y el sonido de las hojas secas al ser aplastadas por mis pasos, analizando cómo contar mi verdad al volver a Roma. Pero de repente unos susurros resonaron en la noche haciéndome estremecer un instante. eran los susurros de los oscuros, despertando en mi interior la inquietud y el presentimiento de que algo no grato se avecinaba. Me centré en los susurros para así entender sus palabras, Pero mis oídos se ensordecen al Derek a través de sus ojos. tráeme la imagen de una de las ventanas de la casa de Mabel. Vi como una sombra oscura se movía velozmente por la casa intentando entrar. Por un momento veía un hombre por otros a una bestia. Entonces mis instintos en medio de mi desesperación al recibir la visión de que Mabel podría correr peligro, de que alguien estaba irrumpiendo en su casa mientras yo estaba a miles de kilómetros, mis alas se desplegaron de forma automática, listas para llevarme a donde fuera necesario.

Emprendí el vuelo aún sabiendo que el camino sería largo y arduo, aún usando magia tendría que volar por horas, pero en el transcurso del vuelo la escena que se desarrollaba frente a mis ojos era surrealista, un lobo oscuro como la noche había logrado invadir la casa de Mabel y estaba acabando con todo a su paso, a pesar de que ya Derek me había enseñado que Mabel no estaba en casa. Sin dudarlo ni un segundo agilizo el vuelo lanzando un graznido lleno de furia, pensando que utilizaría todas mis habilidades y fuerzas para vencer a cualquiera que se acerque a mi Amada Mabel.

Pero mientras seguía volando de regreso a casa, sentí una mezcla de emociones, Pero entre ellas más tristeza por el peligro al que yo la había expuesto. Porque estaba seguro que el ataque tenía que ver conmigo y que se avecinaban momentos muy oscuros, pero también sabía que lucharía por mantenerla a salvo.

Pero cuando ya estaba volando por el sendero cerca de la casa de Mabel, Me encontré con Derek. Este estaba graznando sobre un árbol, visiblemente asustado por aquello que había visto dentro de la casa. Con mi habilidad cambié de forma, volviéndome un hombre. Al der reconocerme voló a mi hombro. entonces empecé a correr con todas mis fuerzas hasta llegar a la casa de mi amada.

Al estar frente a la casa, con paso firme empujé la puerta y entré. Lo que vi hizo que me hirviera la sangre en las venas. La casa estaba inundada de rostros extraños, eran oficiales de policía fotografiando los muebles rasgados, sillas rotas y ventanas sin cristales. Caminé ignorando sus palabras, en silencio, olfateando el olor a lobo que había inundado mis fosas nasales. En ese momento confirmé que mi padre no mentía. mis enemigos siempre estaban al acecho, esperando mi más mínima debilidad para así atacar.

Al adentrarme a la casa encontré a Manrique, su rostro se notaba bastante confundido al ver la escena caótica que se presentaba frente a sus ojos. charlando con un oficial. Entonces me acerqué y de inmediato le pregunté:

_ Dónde está Mabel? Qué ha pasado aquí?

Pregunté. Aún sabiendo la respuesta, mi corazón latía con fuerza, preocupado por lo que pudiera haber ocurrido en mi ausencia.

_ Hola amigo, Qué tal te ha ido en el viaje? Qué bueno que has vuelto. Ayer pasó algo extraño, alguien inrumpio en la casa y mira cómo han dejado todo. Lo raro es que nada de valor. Se ha perdido solo Derek y gracias al cielos lo has encontrado. Mabel no ha conciliado el sueño pensando que lo había perdido.

Dijo el señalar el cuervo que reposaba sobre mi hombro

_ No te preocupes, me encargaré de todo. El que haya hecho esto tiene que pagarlo. Pero en realidad lo único que me importa en este momento es saber dónde está Mabel, ver si está bien.

Respondí con determinación

_ Tranquilo amigo, está bien, ella no estaba en casa cuando sucedió todo. Ahora está en la mansión con mi esposa. Quieres ir a verla?

Me informó enseguida, Y yo sin decir nada, salí de su presencia para correr a su casa en busca de Mabel. Quería ver su rostro y tranquilizarla, sabía que estaría asustada por lo sucedido y necesitaba asegurarme con mis propios ojos de que estaba a salvó.

Al llegar a la mansión fui recibido por la esposa de Manrique, quien me indicó que Mabel estaba en una de las habitaciones descansando. Ni siquiera charle con ella, ya que sin dudarlo un segundo me dirigí hacia las escaleras y al estar allí y abrir la puerta con suavidad la encontré. Mabel Estaba sentada en la cama, con los ojos llenos de lágrimas y el rostro pálido, tal vez por el miedo.