? Elijan el Amar de un Cuervo una historia entre mil leyendas ?

capítulo #7 ? Los Consejos De Amél ? ? Elijan ?

Pase el día en el jardín de las flores lleno de confusión y enojo. golpee las mesas, toqué el piano maldiciendo haber llegado a este punto con Mabel todo parecía tan perfecto entre nosotros, pero mis meses lejos con Yanina han hecho una grieta en nuestra relación. Ni siquiera me gritó más de la cuenta, solo me dejó claro el no querer verme. Su tono me hirió, pero sé que debo hacer algo para aclarar nuestra situación. Por eso, apenas llegar a casa me encerré mi estudio y decidí ahogar mis penas en whisky intentando encontrar respuesta en el fondo de la botella. Pero entonces, sin poder evitarlo, una sensación de necesidad de aclarar las cosas me invadió.

Así, con el pensamiento nublado por el alcohol y estas sensaciones o sentimientos me atormentaba, volví volando a su casa, pero esta estaba vacía, ella no estaba. Caminé por el jardín un rato pensando en todo lo que había pasado, en Cómo contarle lo que estaba sucediendo dentro de mi cabeza, mi necesidad de estar con ella. Pero estando entre todo eso, la vi llegar con el hombre de la fiesta de la noche anterior. El corazón me dio un vuelco y una mezcla de celos y rabia brotaron en mi interior. Cómo podía estar tan tranquila con él después de la discusión que habíamos tenido? Así que me quedó observándola, intentando contener el impulso de matar al hombre que acaricia sus manos.

La vi sonreír como una niña a la cual le regalan caramelos con sus ojos negros al ver el auto perderse en el camino. Al dar La media vuelta, Mabel me miró con sorpresa por verme allí, pero no me contuve, la enfrenté un poco más, sin embargo, algo en su expresión me hizo darme cuenta que no era lo que parecía, que tal vez yo estaba enamorado Solo y ella no sentía lo que yo sentía. tal vez solo yo estaba confundido. Así que corrí hacia el bosque como un niño que no sabía Cómo afrontar El desprecio de una chica. Expandí mis alas, volé a mi ventana tan enojado que no pude controlarme y empecé a destruir mi cuarto.

_ Elijan qué está pasando ahí. Abre la puerta. Si no abres, voy a tirarla abajo.

Escuché la voz de Amél, pero mi demonio ya estaba suelto, de pronto este entró azotando la puerta, expandió sus ojos al entrar en el cuarto que jamás había entrado, donde yo no soy humano ni tampoco un cuervo, en el cuarto donde puedo dejar fluir mi propia maldad oscura, aquí no soy hombre o ave, aquí solo soy una entidad del inframundo, un fuego que al final me hace ver como una sombra que con solo mirar arranca La llama que calienta tu cuerpo para mantenerlo con vida.

_ Santos Dioses y Magos: Qué está pasando?

Amél con sus manos cubrió sus ojos, sintiendo el Aura destructiva que emana de mí.

_ Ella sale con un humano

Solté casi un grito. Sentí las palabras como agua en los pulmones, haciéndome caer de rodillas como un estúpido niño.

_ Y qué esperabas? Es una mujer guapa. Ahora cálmate, déjame verte. Intentas matarme? Soy tu hermano. Hablemos, lo solucionaremos.

Dijo intentando mantener las manos sobre sus ojos. Sus dedos temblaban. Lo sentí moverse, ya que sus pasos resonaron sobre los vidrios rotos.

_ Lo siento, Lo siento Amél. No sé qué me pasa, pero no puedo contenerme.

Exclamé con un dolor interno al con un movimiento de mi mano volver a mi forma humana para empujar a Amél fuera de aquel cuarto donde apenas cruzo la puerta vuelvo a mi forma natural, oscura, ya que dentro de él está la fuente de mi eternidad, lo que tal vez creo es el principio y el final. Un reloj de arena que me regaló mi padre en mi último cumpleaños, uno que se rompió pero volvió armarse así como yo volví a nacer. y el corazón de alguien disecado en un cofre, uno que por más he investigado aún no encuentro su Procedencia, pero mi madre antes de morir me lo entregó y me dijo que nunca debería abandonarlo.

_ Eres Elijan Greco? Te dejas descomponer por un humano

Soltó Amél con el seño fruncido. Apenas yo cerré la puerta. también pude ver algo de confusión por mis reacciones recientes. Él nunca me había visto descompuesto, mucho menos enamorado.

_ Entonces, qué crees que debo hacer? Crees que debo matarlo?

Dije pensativo. Por qué no solo sería un humano menos

_ Sí, es un excelente idea correr a matarlo y después matas al siguiente y al siguiente y así poco a poco la vas conquistando. Ho, La conviertes en una muy famosa viuda negra a la cual se le mueren todos los hombres que se le acercan, como si ella fuese la peste negra.

Respondió con evidentes sarcasmo. Terminé sonriendo con su comentario

_ Entonces, qué quieres que haga o qué crees que sucedió en mi ausencia? Salieron y tal vez ella se enamoró de él. No creo que pueda aceptar eso.

Dije al poner mis manos sobre mi rostro al ir detrás de Amel bajando las escaleras sentía una presión en el pecho, una que solo sentí la primera vez que me convertí en un cuervo. Así que me acomodé en un sillón esperando recuperar la compostura, O por lo menos la cordura.

_ No lo creo hermano. Los visité en tu ausencia y no la creo de esas chicas que se enamoran del uno y después del otro. Pero puede que esté llena de confusión y mucho malentendido. Te vas tanto tiempo y regresas creyendo que te esperara sonriente. No pareces un hombre milenario o lo que quiera que seas allá en tu cuarto. Las mujeres cuando son de cama son fáciles de entender, de dominar, pero cuando buscamos una mujer para el corazón son como un animal, uno que encuentras salvaje en el campo, uno que te cuesta atrapar y más montar. Es el único consejo que te puedo dar. debes luchar como hombre, no como bestia.

acentuó al final, tal vez recordando lo poco que vio en aquel cuarto

_ Me dices que no entiendo las mujeres. Ni siquiera el diablo entiende las mujeres, Amél. Qué importa quién yo sea? Porque es ella la que me está volviendo loco. Me mira con frialdad y enojo y eso me hace sentir incómodo. Ninguna mujer me rechaza y menos por un humano. No creo que lo pueda soportar. Si vuelvo a verle voy a matarlo por idiota.

Hablé tal vez conmigo mismo. Sentía el orgullo y el ego herido. Ninguna mujer se había rechazado a mis deseos. ni siquiera ella había sido inmune. Solo hasta ahora que yo había vuelto y sentía que el culpable era el maldito chico Rubio.

_ Mírame, soy tu hermano, escucha mis palabras, no mates a nadie, habla con ella y ya. Pero antes date una ducha, eres un desastre y organiza tu habitación antes que le cuente todo a Consuelo.

recalcó para por fin dejarme solo en mi guerra de pensamientos. Entonces nuevamente decidí dejar de lado mi orgullo y enfrentar la situación de frente.

Así que después de seguir el consejo de Amél y con algo de perfume, pensé que era momento de ir a verla. Era más de las seis, Así que pensé que ella habría descansado la resaca y estaría mejor para hablar. Pero al salir al patio en busca de mi auto y llegar como un hombre normal, Derek me avisó de un graznido al volar por los aires que Mabel con aquel hombre acababa de salir. Otro impulso inexplicable se apoderó de mí y sin pensarlo dos veces me transformé y desde los cielos busque el auto y al encontrarlos los segui.