?Todos Somos Un Mundo ? ? Elijan ?

1037 Words
Al atardecer, como fue planeado, fui en busca de Mabel en mi auto y la llevé a un restaurante chino que según su criterio, preparan Delicias. _ Entonces mi hermoso ópalo que cenaras? porque te aclaro, ya no eres la piedra de Manrique, ahora también eres mía. Le susurré al oído al acomodar su silla para asi ella sentarse _ Adoro todo lo que son mariscos y tú sonrió al responder esa sonrisa que Cala está mis huesos _ Estoy a tu merced, no podría resistirme a un platillo escogido por tu gusto. Sería como conocer un poco más de ti sin preguntar. Compartimos unas miradas de complicidad. Entonces ella dijo _ Eres un romántico? Elijan Eres tú el que me tiene a sus pies Al escuchar sus palabras, como a cualquier hombre, se me acrecentó el ego, pero creo el corazón latió más fuerte, ya que me llené de deseo al observar la apertura que trae su largo vestido oscuro, dejando ver la piel blanca de sus piernas. _ Me encanta tu vestido Mabel, me hace desear arrancarlo. Quiero que después de esto seas el postre. Qué dices? Al yo decir esto, ella sonrió coquetamente. Eso me incendió aún más. _ Solo si prometes no dejar ni un bocado en el plato Al escuchar sus palabras me arrancó una sonrisa como hacía años nadie lo había hecho. Entonces llamé al mesero sin dejar de besar el dorso de su mano donde pronto colocaré un anillo. El restaurante era hermoso, decorado a la antigua China. Disfrutamos de la cena tranquila para después salir con Mabel a caminar por las calles de Roma. Observé su rostro extasiado entre la belleza de la ciudad y de la historia que se encuentra en cada esquina. Nuestras manos entrelazadas con helados en la mano derecha, así con ella. Probé la vainilla fría y esta vez me fue dulce, porque con el simple roce de nuestros dedos es como si ella pudiera transmitir un millón de emociones A mi interior. _ Nena, mañana iremos por unos días al rancho. Tengo que visitar los caballos después tendré que viajar por asuntos de negocios por unos días y me gustaría estar Contigo antes. Entonces sus pasos se detuvieron con mis palabras y me observó con una sonrisa. _ Cariño, lo siento, no puedo, tengo compromisos En la universidad más Tengo mucho que practicar el piano. Espero me escojan para algunos eventos importantes. Su respuesta fue amable, pero igual me sentí desanimado _ Puedes posponer eso unos días? Practicas con mi compañía Le dije al besar sus labios con sabores surtidos. Era una golosa con el tema del helado. _ Sí, podría, elijan, pero no debo y menos por andar de amoríos. Tengo una carrera que mantener, un sueño que aún no me deja dormir. Responde al colocar el helado entre sus dos manos. Ella había soltado mi mano para juguetear con el frío. _ Eso crees que solo es un amorío Solté algo molesto y ofendido con su comentario _ No lo se, elijan apenas y nos estamos acostando Dijo con desgano al botar el recipiente del helado en un canasto de basura del parque, donde en una banqueta se terminó sentando. _ Mabel, no estoy jugando contigo. Soy un hombre maduro más de lo que ves O aparento como para no saber lo que quiero. Puedo asegurarte que te amo. Lo siento aquí Coloque su mano sobre mi pecho y seguidamente ella hizo lo mismo con la suya, llevando la mía al bombeo del suyo. _ El mío también late, Elijan, pero quiero ir lento, seguir mis actividades, enamorarnos cada día hasta ya no poder volver a separarnos. Que nuestras vidas sean dos, pero se mezclen en el día y la noche hasta que terminen siendo una. Se acercó rápidamente, dándome el sabor de sus labios. Seguí el movimiento de su lengua, devorando el sabor de su alma y dándole el respirar de la mía. _ Eres mi reina, Eres la única a la que no quiero dejar ir. Mabel Le dije con ternura _ Y yo no quiero irme. Elijan, solo disfrutemos esta aventura Al escuchar su voz la miré a los ojos con amor y ella volvió a reclamar mis besos. Caminamos por otro rato felices, coqueteando por las calles, olvidando que tendría que dejarla por unos meses a partir de mañana. Mabel: Hey Mabel! Después de mucho rato caminar, escuchamos el nombre de mi amada, viramos en busca de la voz y encontramos un grupo de sus amigos universitarios. Me sentí celoso, Ya que sus ojos brillaban de emoción. Al con dos chicas hablar de música y con otros de pintura más, noté que no podía dejar de reír con los chistes de los chicos y las historias de sus amigas. _ Estás aburrido Me preguntó Mabel sonriente en la comodidad de un café. _ No estoy bien Respondí sonriente, intentando restar importancia a lo que en realidad sentía. yo me sentía cada vez más viejo y cansado de espíritu, lo deduje al estar rodeado de tanta juventud y energía que desprendía de ellos, y a pesar de saber que son solo unos simples mortales, no pude evitar sentir envidia. Envidia de la forma en que Mabel reía con ellos, tal vez y así no ría conmigo cuando sepa que soy un monstruo, un ser extraño que ni siquiera sabe De dónde provino o por qué vino. De igual forma juntos pasamos la noche, la hice mía como si nunca hubiese tocado un alma femenina, le entregué todo lo que un cuervo guarda en el pecho y me fui apenas sí amanecía, con el corazón hinchado y feliz de haberlo escuchado de sus labios en la madrugada, sus gemidos y declaraciones de amor. Pero al poco a poco alejarme de su casa, con el tambor del pecho activo y la mente llena de pensamientos, divagaciones del amor y de la muerte. asabiendas que tenía que ir a enfrentar mi clan, pero tendría que ser consciente de que nadie podría descubrir que salía como una humana nuevamente. Tal vez sea mejor que lo cuente antes de que el Gran Padre me deje en descubierto, pero me preocuparé de eso más tarde.
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