" Cap# 3 " ? Nuestro primer Almuerzo ? Mabel
1424 Words
Dos días después
Casi al mediodía bajé las escaleras en boca de Dafne, la cual sin tropiezo encontré en la cocina. A pesar de tener empleadas para ayudar en casa, ella insiste en cocinar para su esposo y familia y era adorable, más sus platos eran una delicia para el paladar.
_ Hola querida cuñada, espero traigas hambre
saludo dulcemente al verme entrar, respondía su sonrisa con un abrazo, para entonces agregar
_ Muchísima! Qué delicias has preparado para hoy
_ Tengo variedad, hay un invitado, Ven, acércate a probar
ofreció un panecillo dulce, el cual sin dudar acepté
_ Y quién es el dichoso invitado? Dime que no es un viejo borracho o un adolescente con mejillas rojas a punto de pedir mi mano.
Hice un gesto burlón, sonriendo, recordando algunos hombres de la celebración pasada.
_ No, tranquila, es Elijan. El vecino vino a visitar a Manrique y pues a él le encantan mis comidas.
dijo aquello la acomodar algunos platos y una emoción muy oculta la tío dentro de mí, haciéndome preguntar
_ vino con la rubia
Solo esas palabras lograron salir de aquello que desde hace tres noches se despertaba con una lentitud dentro de mí que me resultaba extraña e incontrolable.
_ Con quién? Con Yanina para nada sabemos. sostienen una relación porque ella entra y sale a su antojo. Del Castillo creemos más bien que la llama cuando la necesita, Me entiendes? Como una relación abierta, pero él hija es reservado dos años de amistad y sigue siendo correcto y respetuoso al dirigirse a mí. tiene solo por Manrique pues felices crearon una amistad machista. tocan el piano el uno para el otro o juegan el poker entre habanos y tragos y yo me alejo feliz hacer mis cosas. aprovechando cada segundo de libertad que elijan me regala al distraer por un rato a Manrique.
Me informó sin dejar de hacer su trabajo culinario y mientras yo digo Aquí, ante la idea de volverlo a ver, pero esta vez bajo la plena luz del día,
_ Iré a saludar si no me necesitas aquí, por supuesto.
Mordió un espárrago. Dafne sonrió. Tal vez por mi descaro, me aclaró. El vecino viene por Manrique y yo digo: voy a saludar. Ja.
_ No, pero puedes preguntarle si desean algo antes de ir a la mesa
Asentí para salir sonriente, me sentía complacida con la información obtenida, que en sí no sabía para qué la necesitaba. Crucé la puerta para el fin llegar al jardín en busca de mi hermano, esperando poder encontrarme con el señor Greco.
unos pasos adelante y los encontré sentados en las sillas de mimbre, conversando animadamente mientras fuman cigarrillo. Ambos se detuvieron el verme llegar
_ Hola mi OPalo luces radiante
Manrique, como siempre, sonriéndome bajo un palpable cariño, besó mi frente, algo que no me incomoda. Siempre he sido su muñeca de cristal.
_ Hola capitan, en unos minutos al comedor, pero vine a preguntar si desean algo antes que desea algo señor Greco? un placer volver a verlo.
Me dirigí a sus ojos, que no han dejado de mirarme de forma curiosa.
_ Es la primera vez que veo un pintor, un artista, sin rastro o huella de pintura en sus manos. Impresionante, no me lo habría imaginado.
Dijo al levantarse y rápidamente tomó mis manos entre las suyas, observando mi manicura rusa, despertando un nerviosismo en mí, Pensando él por qué está sorprendido? o siquiera porque él busca aquel rastro? Entonces se vino a mí la imagen del cuervo en mi balcón.
_ Cómo sabe usted que yo pinto
Pregunté atrayendo su total atención. Su cabello castaño en flequillo sobre su frente le agregaban un llamativo atractivo a sus ojos verdes. Este soltó mis manos con suavidad.
_ Me lo contó Manrique dice que tiene talento con eso también. ¿Qué más sabe hacer con esas manitos? Señorita Mabel, Qué más toca para hacer magia?
Suspiré al entender que hablaba de instrumentos musicales, porque la verdad que el brote de aquellas palabras se alojaron en mi vientre, despertando el temblar de mis adentros.
_ La guitarra también el violín y como pudo ver, intentó dominar el piano. Un poco de pintura también alfarería, unas que otras veces reparo antigüedades.
Al responder: No, aparte mis ojos de los de él, que me observan con admiración. O tal vez solo sea un deseo oculto que yo misma he decidido ver en, sus uvas verdes.
_ Es usted más especial de lo que yo creí Manrique, Tienes un gran tesoro. Muchos intentarán robarlo.
Acompañó sus palabras con unos curas sonrisa, para así volver a sentarse y encender un cigarrillo.
_ Tranquilo, no les será fácil. Tengo un rifle
Soltó Enrique divertido al con sus dedos crear un arma imaginaria. Elijan! sonrió
_ Sí, él tiene un rifle de la Primera Guerra Mundial. El que ni siquiera sabe disparar
agregó Dafne al aparecer sonriente. Manrique enseguida se enterneció
_ Es cierto, cariño, tendré que comprar un arma nueva y seguir el consejo de elijan aprender a disparar. Porque tengo tantas riquezas caminando por esta casa que tendré que ser aún más precavido con futuros ladrones.
Ella se fue a sus piernas para él ofrecerle cariño. creo se tiñeron mis mejillas. Elijan. sonrió - pero es que aún no me acostumbro a sus escenas románticas.
_ Nadie puede robar lo que en realidad es tuyo, porque así me llevarán encontra de mi voluntad. Yo volvería siempre
Contestó Dafne dándole más romance a la situación y yo sintiéndome aún más incómoda. Entonces mis ojos buscaron perderse, observando hacia otro lugar, pero Elijan volvió a atraparlos al levantarse.
_ Señorita Mabel
Lo escuché soltar cual susurro
_ Sí, señor Greco
Contesté por reflejo
_ Elijan por favor. Podrías llamarme por mi nombre? Me sentiría yo más cómodo
Sonrío con amabilidad, cruzó los brazos tras su espalda. La tela de su camisa se ajustó a sus fuertes brazos. Lo observé con detenimiento. Creo que me pilló porque seguía sonriente.
_ Entonces seré simplemente Mabel para usted también, Sería aún más cómodo para ambos.
_ Eso suena perfecto Mabel, quisiera pedirte algo
Al escuchar eso, creo que mis bragas se derritieron
_ Sí
Contesté temblando para mis adentros
_ Tocarías para mí esta tarde? Claro, si no estás indispuesta
_ Sí, Qué deseas escuchar?
Respondí viéndolo tan de cerca, solo unos tres pasos, si diera yo pudiera arrancar sus besos y después tal vez una noche para saciar mi deseo hacia el que despertaba esté deseo carnal en mi. Este hombre que me hizo pasar tres noches De insomnio, mirando el vacío entre la oscuridad, pensando en su rostro y en sus ojos que me cautivan.
_ Dejaré que, como hasta ahora, tú me sorprendas
Me guiñó su ojo sonriente, creí no podría sostenerme en pie, pero Dafne me salvó al tomar mi brazo y hablando como el oro me llevó al comedor. Yo solo podía escuchar la voz y los pasos de él. hija tras nosotras, el almuerzo transcurrió con normalidad, pude observar a Elijan comer sonriente y agradecido, sin discusión alguna. es otro fans de la cocina de mi cuñada.
Nos brindamos mirada furtivas mientras tomábamos el café juntos. más tranqui y darle hablaban animadamente de pintura. El señor Greco resultó saber mucho de arte y yo no pude evitar sentir admiración por su conocimiento. más por su parte Elijan tenía una belleza enigmática que me atrapaba cada vez. yo mirarlo dudé un momento de si tendría menos de treinta años. Su piel es suave, tan suave que me parece imposible tenga más años.
Al verlos cómodos e inmersos en su conversación, me disculpé con ellos para entonces en silencio subir las escaleras. Caminé a mi habitación en busca del violín, decide un arranque que esta vez lo sorprendería con otra suave melodía. Regresé enseguida y comencé a tocar una suave y melancólica. mis dedos se unieron sobre las cuerdas creando música. Los rostros creo, se iluminaron con asombro y luego de admiración. El de Manrique fue claro, sonrió con orgullo dándole un beso a su esposa que la mira con los ojos brillantes, como si su pecho se hinchara al contemplarlo completamente feliz que era como Manrique se veía cada vez, yo tocar el piano, tal vez recordaba mi padre o las palabras de mi madre al decir que yo tocaría al igual que un ángel.
y así transcurrió ese día hasta que llegó la despedida quedé con la esperanza de volver a verle en un futuro cercano
- Writer
