? Ansioso por Verla ?. ? Elijan ?
1118 Words
Desperté dispuestos a enfrentar cualquier desafío con tal de estar con Mabel y pronto dormir, acariciando su oscuro cabello largo para hacerle mi esposa, aunque me toque indagar entre largas historias y leyendas, entre mitos y brujerías para ver qué hacer con su vida para se extienda o la mía se extinga.
Como estaba predicho, llevé a Yanira al aeropuerto y me quedé pasmado. Actuó con naturalidad haciéndome despertar un extraño recelo en mi interior, pero al dejarla esperando su vuelo, salí a un centro comercial y me dispuse a buscar un regalo hasta terminar comprando una pulsera de piedras, exactamente opalos negros. Esta tarde volaré decidido a declarar mi amor a Mabel, más poco a poco pensaré Cómo contarle todo sobre mi transformación. Estaba bastante nervioso, pero al mismo tiempo ansioso por expresar mis sentimientos.
apenas y saludé a Amél. Al llegar al castillo, tomé las llaves de mi camioneta y sali hacía la mansión de Manrique
_ Hermano mío, bienvenido
Con un cálido abrazo me recibió Manrique, el cual acepté gustoso.
_ Gracias mi amigo, he extrañado nuestras charlas diarias
dijé con sinceridad
_ Pasa, Estás en tu casa, siempre aqui serás bienvenido
Caminamos hasta la sala y empezó a servir unos tragos de whisky
_ Manrique, necesito hablar contigo sobre lo que siento por Mabel. Quiero tu permiso para poder hablar con ella y salir si es preciso.
Solté al recibir el trago de whisky
_ Qué pasó con Yanina?
Preguntó mirando mi rostro escudriñando entre mis ojos
_Se terminó con buenos términos, Soy un caballero, aclaré todo
Le respondí con la seguridad pesando en mis palabras
_ Sé que eres un buen hombre, elijan entonces que sea Mabel quién decida y por favor cuida su corazón. Jamás olvides que la hermana menor de tu mejor amigo, mí opalo uno invaluable.
Extendió su brazo donde de su mano prende la copa al señalarme con su dedo índice
_ Entendido, Si me resbaló, estoy muerto
Choque mi copa con la de él y sonrió
_ Exactamente, señor Greco, compraré un arma de largo alcance
Me terminé con un carcajear junto a él para luego preguntar por ella. No escuchaba el piano y más no sentía la presencia de Derek.
_Dónde está Mabel y tu esposa? Hay mucho silencio
Al escuchar mis preguntas, de pronto él sonrió
_ Mi esposa debe estar por ahí haciendo algún platillo o inventando algo y Mabel se ha mudado. Dice extrañar la privacidad
Escuchar aquello instantáneamente Me hizo fruncir el ceño.
_ Por qué la deja vivir sola en Roma, donde hay tanto peligro y ebrios en las calles?
Comenté un poco molesto mientras el Lucía sonriente, disfrutando de mi enojo repentino.
_ No seas tonto, vive casi aun kilómetro de aquí al cruzar la colina, bastante cerca de tus tierras.
informó calmando mi molestia por un segundo
_ Entonces indícame, iré para allá. Me urge hablar con ella
Me levanté ansioso, coloqué la copa sobre la mesa y camina la salida. Pero Manrique, al seguir mis pasos, me informó el camino y lo que yo no esperaba.
_ Cruza ese talón del bosque. hay un camino para ir en auto. Pero te advierto, desde muy temprano Mabel está de fiesta. Algo de universitarios
Escuchar eso me cayó como sorpresa. Ella me parecía al principio una persona tranquila.
_ una fiesta y quiénes están
Pregunté con un sentimiento de celos y frustración que me invadió.
_ Qué sé yo, amigo. son músicos y amigos de curso. pero no creo, Mabel, le importe que vayas. Yo regresé hace un rato. El bullicio me espantó.
Confesó Con sinceridad, pero yo solo pensé: Cómo puede estar ella de fiesta Mientras yo estaba en Italia, pasando unos terribles meses, reparando mi situación y en sí, preparándome para confesarle mi amor.
_ Crees que Mabel sale con alguien
Pregunté con un sentimiento desgarrador, uno que nunca había sentido a pesar de yo haber probado mil carnes. la de ella. Con solo sentir que perderé, así sea un respiro, devasta mis propios dones de Casanova o poeta.
_ No lose compañero. ella es reservada con esas cosas. Tendrás que ir y preguntarle. En eso no puedo ayudarte. Como te dije, es mi hermana. tú y ella y yo y tú, okay?
Agregó palmeando mi espalda, desvaneciendo un poco mi molestia, ya que yo no olvidaba que él era un simple humano y desde yo hablar de Mabel, él solo sabía amenazarme, sin saber siquiera que desde que estoy parado a su lado he contado cada latido de su corazón y cada palpitar de su mente.
_ Ya lo sé, Manrique. No le haré daño, así que me iré a casa y lo pensaré mejor antes de hablar con ella. Que tengas buenas noches.
_ Oye, a dónde vas? Ve a enamorar a mi hermana, no seas cobarde!
Me sacó una sonrisa al decir esas palabras, pero salí en busca de mi auto y conducí hacia la salida buscando el camino de mi castillo. pero de pronto algo me hizo girar el volante Buscando el talón del bosque y encontrar el camino de la casa de Mabel. y por el espejo retrovisor pude ver a Manrique saludar con él agitar de su mano sonriente, Entonces le toqué la bocina para pasar de largo buscando aquel camino que a mi amada me llevaría.
Durante el trayecto del camino me debatía entre presentarme en la fiesta y enfrentar la situación o esperar a que se calmaran mis emociones y poder hablar con ella en privado. Pero finalmente conduje a la casa que del fondo de mi castillo es vecina, una que siempre había visto en ruinas, llena de maleza y árboles mal apodados. Pero al estar cerca, las luces encendidas me dieron a ver que eso había cambiado. Me estacioné y me bajé del auto para dirigirme a la entrada y buscarla y así por fin - ver qué sucedería.
Al llegar puede escuchar la música a todo volumen. La casa no resultó ser pequeña y las risas de los invitados invadieron mis oídos al instante, alterando más mi mal humor. Me sentí fuera de lugar entre tantos rostros jóvenes ebrios de felicidad, como si yo no perteneciera a ese mundo de diversión y alegría. Sin embargo, no pude resistir la tentación de seguir buscando a Mabel entre la multitud.
Después de un rato de caminar entre las personas y pasillos, finalmente la encontré. Estaba rodeada de amigos disfrutando de la fiesta. Mis celos crecieron al verla, ella jugaba con el piano junto a un chico. Me acerqué lentamente sin tener claro cómo abordarla en medio de tanta distracción, pero de repente ella me vio y su rostro levemente cambió.
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