Annika —¡Oye, ¿no eres ese tipo de negocios de la clínica de la semana pasada? —Kenzie interrumpió, sorprendiéndome con eso. Había olvidado por completo que ella estaba conmigo. —Sí, lo soy. Debes ser el Dr. Malloy, colega de Annika —saludó León y le estrechó la mano respetuosamente. —¡Así es! Puedes llamarme Kenzie o Kenz. ¡El amigo de Anni es mi amigo! —reaccionó felizmente, haciéndome mirarla con confusión. ¿Cuándo dije yo alguna vez que León y yo éramos amigos? Ella miró hacia atrás e inmediatamente me guiñó un ojo. No estaba seguro si León entendió nuestro pequeño intercambio, pero no pude evitar ponerme colorado. Aunque no entendía por qué de repente me estaba poniendo avergonzada. No es como si tuviera algo que ocultarle a Kenzie, aunque sabía a qué estaba insinuando condenadamen