Pero Jeffrey no podía ignorar la sospecha constante que le comía la conciencia. ¿Y si Annika sabía quién era Sadie y su relación con él? No había duda en la mente de Jeffrey de que su matrimonio terminaría en un instante. Desde el principio había estado mintiendo y no le importaron las sospechas iniciales de infidelidad de Annika. Se había mantenido firme y la llamó loca mientras salía del ático después de ser confrontado en lugar de quedarse a convencerla de lo contrario. Las discusiones pasadas volvieron a su mente y Jeffrey finalmente pudo ver las cosas desde la perspectiva de Annika. Sus acciones hablaban más fuerte que las palabras y se dio cuenta del error en su camino. Un esposo leal habría demostrado su inocencia en lugar de huir de casa con el rabo entre las piernas. ¿Siempre Anni