CAPÍTULO OCHO

1746 Words

CAPÍTULO OCHO Sebastián entró a palacio arrastrando los pies a su llegada, y no solo porque Ruperto le había hecho cabalgar mucho en su viaje de vuelta al sur, aparentemente disfrutando de su malestar. Lo que sucedía era que ahora el mundo parecía demasiado vacío de cualquier otra cosa ahora que Sofía no estaba. —Deberías ir a asearte —dijo Ruperto con evidente diversión—. Estoy seguro de que Madre querrá hablar contigo tan pronto como oiga que has vuelto. Estaba claro que estaba ansioso al pensar en lo que su madre tendría que decir, pero aun así fue rápido al dejar a Sebastián para que se ocupara de ello. Tal vez estaba así de ansioso por volver a sus juergas y a sus amigotes. Tal vez simplemente estaba seguro de que ahora Sebastián no tenía ninguna razón para ir a ningún lugar. A c

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