Maratón 2/3
Thriller:
Ver entrar por la puerta a la castaña con su vestimenta tan seductora es una verdadera tortura; mis ojos la devoran, conociendo a la perfección que ella debe ser testigo de las ganas que le tengo en estos momentos.
Acomodo los gemelos de mi camisa hasta mis codos dejando ver mis tatuajes y brazos musculosos más que evidentes. El molesto parloteo de mi madre se convierte en un sonido que no me interesa para nada, aunque parece que su objetivo es no dejar que Andrea articule palabra alguna; la cual se mantiene de pie delante de mí progenitora con una expresión que demuestra lo poco que le cae mi madre, a pesar de que se lo advertí cuando me dijo él si en aquel lugar con esa expresión de duda, aún estoy que ni me lo creo.
—Pero tomemos asiento muchacha —le pide mi
