[JULIETA] No hago más que salir de la habitación, atravesar el pasillo y ver que Maia se hecha a correr hacia mi —¡Julieta! — me grita la pequeña y a pesar de que no debería hacer mucha fuerza aún, me agacho para alzarla. —Buenos días princesa, ¿Cómo amaneces? — le pregunto mientras que lleno sus mejillas, las cuales cabe destacar que son sumamente comestibles, de besos que hacen que ella ría de esa manera tan dulce y simpática que tiene de hacerlo. —Bien— responde finalmente y mira hacia nuestro alrededor —¿Y daddy? — cuestiona un poco preocupada y sonrió al darme cuenta de lo apegada que se ha vuelto a su papá, y con solo ver esto, confirmo que Mateo es el hombre que quiero que sea el padre de mis hijos, y no solamente por lo increíble que se le da este rol, sino por el maravilloso se