Matías.
Esta última semana ha sido increíble. Noemí me hace sentir cosas que nunca sentí con anterioridad.
Siempre pensé que me había enamorado de Pamela, que la había amado de verdad y estaría dispuesto a todo por ella. Ahora que Noemí me pregunta, le abro mi corazón a alguien después de 10 años.
-¿Qué significa que no sentiste esto por nadie?- sus ojos me miran y todo desaparece.
- Lo que es. Pensé que jamás pasarían cosas intensas si ella no estaba en mi vida.
-En verdad la amabas. -afirma.
-Si. Le permití muchas cosas ¿sabes?- todo pasa por mi mente.
-¿Cómo cuáles?- se acomoda para escuchar.
-Como humillarme- niego con mis ojos cerrados- Me humilló millones de veces.
-Por ejemplo- me incentiva.
-Por ser pobre, por estar gordo, por nerd, por soportar a mis padres que me humillaron igual que ella o incluso mas.- levantó mis hombros- por cualquier cosa.
-Nadie debería humillarme a nadie. ¿Porque tus padres? No lo entiendo.
-Mis padres son un caso aparte. No vale la pena- trato de esquivar.
Solo que la subestimo y comienza a insistir.
Nos acomodamos con mi espalda en el respaldo de la cama y su espalda sobre mi pecho.
-Quiero saber.- gira su rostro para verme. - Tenemos tiempo. Cuéntame de tus padres.
Me da un beso suave y comienza a jugar con los vellos de mis brazos. Siempre hace eso luego de estar juntos y es una de las cosas que me apasionan de ella.
- La relación de mis padres nunca fue buena ¿sabes?- dejo un beso en su coronilla y Noemí se acurruca- Ellos viven peleando 24-7. No importa si es tu cumpleaños, una cena de Navidad o su aniversario. Las palabras que salen de sus bocas compiten por quien hace más daño a quien. -una risa amarga acompaña mi relato como si en verdad fuera divertido - Crecí con ellos siendo así y me parecía súper normal. Nunca iba a la cada de nadie. Pelee con mucho esfuerzo para graduarme un año antes del secundario y comencé dos carreras. -Un suspiró tembloroso se escapa de mis labios y ella se gira a darme un beso, largo pero tranquilo, luego continúo- Allí conocí mucha gente. Mis compañeros me invitaban a sus casas para hacer los trabajos y sus padres se hablaban todo el tiempo con un cariño que yo no conocía. Desde amor, cielo, vida no bajaban. La curiosidad me ganó y les pregunté a mis amigos si ellos se comportaban así solo porque había alguien de afuera. -hago una pausa y me rio- .¿a qué no sabes que me respondieron?
-¿Qué? ¿Qué Siempre eran así?- pregunta genuinamente curiosa
-No- la beso de nuevo- Qué se estaban comportando porque suelen andar a los besos y los abrazos por toda la casa y que los habían sorprendido tocandose en varias oportunidades.
-¡No lo puedo creer!- estallamos a las risas.
-Si- agregó cuando nos calmamos- Ese día me di cuenta que los extraños eran mis padres y su forma de tratarse dejó de ser normal para mi.
-No es normal, para nada, Matías. - me dice acariciandome- ¿Qué hiciste luego?
-Les sugerí un par de veces que se separaran para no hacerme vivir en su tormento. Su respuesta fue que me fuera si no me gustaba.
-Que insensibles. Eres su hijo.
-Por eso hice todo lo que estaba en mis manos para permanecer el mayor tiempo posible fuera de casa. Ahí conocí a Pamela y todo mejoró por un tiempo. - Le sonreí porque no quería hablar de ella con Noemí.
-Cuéntame de ella. Es la primera vez que me dices su nombre. Quiero saber más.
La veo con mis pensamientos presentes. No quiero que se moleste. Sus ojos miel me tienen tonto y cuando menos lo espero desnudo mi alma para ella.
-Ella era la persona más bonita que había visto. Su cabello largo hasta el borde se sus glúteos, totalmente lacio y sus ojos azules eran pozos sin fondo. Nunca imaginé que tan profundo hasta que caí en ese lugar- cierro mis ojos volviendo al momento en que mi vida se convirtió en el mismísimo infierno y una lágrima escapa por mis ojos.
Misma lágrima que ella se encarga de secar con su pulgar y luego me besa.
-¿Aún sientes cosas por ella?- abro mis ojos para verla.
No hay celos ni molestia en su mirada. Curiosidad, simple y llana curiosidad.
-No. Esa misma persona que me hizo creer
que el mundo giraba a su alrrededor, se encargó de convertirme en una persona sin alma.
-¿Porque?- sus iris me buscaban con intensidad, pero no estaba preparado para hacer esto en contacto directo de nuestros ojos y cerré los míos para continuar.
-Cuando comenzamos a salir, todo era perfecto. Estábamos juntos después de clases, horas pegados en las materias que compartíamos. Nos colabamos en los baños o salones vacíos como adolescentes calientes y nuestros cuerpos se encontraban- alzo un hombro, y se me escapa una risa sarcástica. Mis ojos fuertemente cerrados. -todo era bueno, hasta que la invite a casa y conoció donde vivía. Allí me dijo que no creía que lo nuestro funcionara, que yo no tenía donde caerme muerto y que iba a seguir siendo un nerd toda mi vida. Le pedí una y otra oportunidad para mejorar para ella. Le dije que me iba a recibir y ser uno de los mejores inversores más jóvenes en el mundo de los negocios. 'Un puto nerd, gordo de mierda y pobre vas a ser toda tu vida' fue lo último que escuché de sus labios.
-No puede ser tan perra- parece enojada mientras lo dice
-Yo se lo agradezco. - hablo con honestidad- Eso fue mi motivación para seguir adelante y esforzarme el doble. Hoy soy un buen inversor, tengo una buena cuenta y me independizé de mis padres luego de graduarme y no los fui a ver nunca más.
-Enserio lamento que pasaras por todo eso, Mat. - me acaricia un momento.
-No te preocupes. Ya lo superé.
Y luego nos besamos y volvimos a hacer el amor por horas.