13. Difícil

924 Words
[ANAHÍ] Sus manos sujetan fuertemente mi rostro mientras que me besa como si fuera el ultimo beso que dará en su vida, mis labios inconscientemente responden a su experiencia y es que de alguna manera llevan anhelando esto por mucho tiempo. Es tal la revolución emocional que hay en estos momentos, que nos lleva a entrar a mi departamento mientras que siento como su pie empuja la puerta haciendo que esta se cierre bruscamente. Me estoy muriendo por su manera de besarme, debilita uno a uno mis sentidos haciendo que mi cuerpo se convierta en victima fatal de lo que siento 《¿Esto es lo que se siente realmente desear a alguien?》Me pregunto, pero de repente siento como una de sus manos recorre el perfil de mi cuerpo por encima de la toalla que me cubre y esto enciende miles de alarmas dentro de mi.  No estoy segura de donde saco las fuerzas, pero llevo mis manos sobre su pecho y lo empujo para que se separe de mi, pero no todo sale como yo quiero… mi toalla se queda enganchada a su reloj y con esto descubre mi cuerpo frente a él. Nuestras respiraciones están agitadas, su mirada gris me recorre completa y en un impulso me cubro con mis brazos —¿Me darías mi toalla por favor? — Le pido de manera sarcástica, pero su estúpida sonrisa me deja saber que esta disfrutando de lo que esta ocurriendo —¡Amadeo Mancini! — Le grito y entre medio de risas llenas de picardía, él se apiada de mi y me entrega la toalla para que pueda volver a cubrirme. —Ufff An…— Dice y se sonríe —Eres una escultura de mujer— Continua y al contrario de sentirme halagada, me acerco a él y lo empujo. —¡¿Quién crees que eres para besarme así?! — Le reclamo y me sujeta de la muñeca para detenerme. —Me encantas… te juro que me encantas, mira lo que provocas en mi— Me confiesa y con su otra mano señala su pantalón. —¡Eres un pervertido y acosador! ¡¿Quién rayos crees que eres para entrar a mi casa así y besarme?! — Exclamo mirándolo fijamente a los ojos. —Vine aquí a que habláramos acerca de lo de hoy, pero te juro que no lo puedo controlar, ¿Qué es lo que me estás haciendo? Me vuelves loco, te veo y te juro que no lo puedo controlar… me dan ganas de besarte, de tocarte… de hacerte mía— Me responde acariciando mi rostro con la yema de sus dedos provocando que una corriente eléctrica me recorra completa.  —Vas a tener que aguantarte las ganas, yo no voy a ser tu amante, mucho menos la mujer con la que te quitas las ganas ve con tu prometida y que ella se encargue de tu calentura— Rebato firme y se sonríe. —Eres brava… me gusta mucho más… si sabía que serías así, te juro que no te rechazaba aquella noche en la discoteca— Expone dejándome sorprendida a causa de quien es Amadeo Mancini. —Pobre de tu prometida, mira que estar con un tipo como tú… infiel, arrogante…—  —Todo lo que tú quieras, pero tiemblas cuando estamos juntos— Rebate mirándome fijamente.  —¿Te vas o te echo? — Le cuestiono. —An… ahora de verdad, no sé que me pasa contigo… dime por favor que no te vas a casar con él, que no tendrás hijos con él… solo con pensar como él te puede tocar y yo no me vuelvo loco— Explica y sus palabras me sorprenden. —¿Qué es esto? ¿celos? No lo creo… yo creo que te has acostumbrado mucho a que las mujeres caigan a tus pies todo el tiempo, pero Amadeo… tú y yo nos conocemos desde niños, sabemos como somos y yo no soy una de ellas, entiéndelo—  —An…— Me dice llevando sus manos a cada lado de mi rostro —Esto no es como siempre… sé que no eres una chica cualquiera, y te juro que trato de ser diferente, pero… no lo sé es más fuerte que yo, dime que quieres que haga— Expone. —Nada, te vas a casar, no tienes que hacer nada—  —Tenemos que hablar de eso— Me pide. —Ahora no, no es el momento— Respondo de inmediato. —Pero lo hablaremos—  —Vete— Insisto. —Prométeme que hablaremos— Presiona. —Hablaremos, pero vete—  —Promételo— —Te lo prometo, pero vete de verdad— Insisto y asiente. —Esta bien, adiós— Dice y me da un beso en la mejilla que me deja temblando. —De verdad eres la mujer más hermosa que he visto en mi vida— Me susurra al oído y luego se aleja para finalmente salir de mi departamento dejándome temblando de pies a cabeza y con mi mente hecha un caos… No quiero ser su juguete, pero ¿Cómo hago para evitar todo esto que me ocurre con él? Necesito poner distancia entre los dos… aunque ni siquiera sé si quiera que eso ocurra, ¿Por qué me hace esto? Yo estaba tranquila antes de su llegada… intentaba ser feliz sin él, pero con esto ya todo es mucho más difícil.   
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD