La Hermandad

—John, ¿no crees que esto es peligroso?, ya hemos tratado de averiguar lo que hay en la bodega y no encontramos respuesta, pero, entrar ahí es muy arriesgado — —Tranquilo Peter, es solo una investigación, hemos pasado por peores situaciones ¿ya no recuerdas Vietnam? — —¡Oh!, pero como olvidarse de Vietnam, recuerdas la cara de horror que puso Margaret cuando nos encontró escondidos entre los cadáveres — —Claro que lo recuerdo, solo a ti se te ocurre ponernos en esa situación y.…— —Y nada, yo te salvé el trasero y te traje de vuelta a casa, además Harrison descompuso el radio y Will no nos podía auxiliar —      En la obscuridad del pasillo de la bodega una silueta femenina de acercaba sigilosamente...   —Muchachos apresúrense, es ahora o nunca, Will y Harrison esperan— —¡Margaret me asustaste! — —No tanto como ustedes me asustaron en Vietnam, par de irresponsables buenos para...— —¡BASTA! Después discuten vamos a entrar ya—       *************                        *************     Meses después....   —John, esto es delicado, estos planos parecieran sacados de una película de ciencia ficción, no podemos arriesgarnos a entregarlos a los superiores; no sabemos qué fines tendrán con estos planos — —Harrison y ¿si nos acusan de conspiración? — —No te preocupes Margaret, ellos no saben de nuestras averiguaciones, podemos decir que no hubo resultado— — En eso concuerdo con John, no te preocupes Margaret, solo tenemos que encontrar la forma de ocultar estos planos y custodiarlos hasta que encontremos a la persona indicada — —Y si mejor los destruimos— —¡PETER NO SEAS IDIOTA! No sabemos si el arma ya fue construida y los planos son los únicos que pueden dar pista para destruir ese artefacto infernal, además no solo son los planos, ¿ya no recuerdas la extraña cápsula que estaba en el cajón?, pareciera un reactor o algo así, no sabemos qué pasaría si cae en manos equivocadas— —Exacto Harrison; Peter tenemos que hacer nuestra propia alianza, tenemos que custodiar esto hasta encontrar a la persona indicada y.…— —Ya, John, si entiendo, es solo que tengo miedo si, esto es extraño y desconocido, sabes tengo familia... — —Todos tenemos familia Peter, yo tengo a Ginna y a mi única hija, Catherine, además de que... — —No me des explicaciones John es solo que, ayer nació mi primer nieto— —¡Oh Peter! eso es magnífico, ¡Felicidades abuelo! — —Gracias Margaret, en verdad es solo que esto es muy preocupante, ¿quién se encargara de custodiar esto? Nosotros no somos eternos, y dudo que esto sea la fórmula para la vida eterna — —Lo sé Peter también lo he estado pensando— —¡Vaya! Por fin hablas Will— —Si, por fin hablo y es para dar soluciones como siempre; nuestro equipo siempre ha estado unido, nos conocemos desde siempre, sabemos nuestras habilidades y debilidades, así que estaba pensando en que nuestros nietos sean los que se encarguen de la custodia de esta cosa— —Will, pero son unos bebes, además el nieto de John aun no nace— —Ya lo sé, Margaret, me refiero a que a su tiempo pondremos a prueba a los pequeños y ellos decidirán, además quien mejor que la familia para este proyecto— —Will, suena descabellado, pero, tienes razón — —Es verdad, John suena muy descabellado, pero, no tenemos otra opción, tenemos que guardar el secreto y custodiar esta endemoniada cosa hasta que nuestros nietos estén preparados para asumir esta responsabilidad— —Bueno muchachos entonces que esto quede entre nosotros, hagan su juramento de lealtad a la hermandad — —Y ¿qué nombre le pondremos? — —¡Ay Peter! tú y tus preguntas— —Peter tiene razón, Margaret— —¿Qué les parece la hermandad de los cinco? — —Harrison, eso suena muy Holliwoodesco — —Pero a nadie se lo ocurre nada mejor, además al morir nosotros seguirán siendo cinco los nietos que la cuiden— —Está bien, será la Hermandad de los cinco, pero si a alguien se le ocurre algo mejor, por favor dígalo— —¡Que exagerado! Will, ni que se oyera tan mal— —No se oye mal, se oye pésimo, además es algo muy serio lo que custodiamos— —Bueno pues lo dejamos en LA HERMANDAD — —Yo voto por ese — —Yo también — —Y yo — —Sí, suena bien— —Está bien, solo no se quejen si nuestros nietos dicen no tuvieron imaginación para un nombre mejor— —Después que sepan lo que es, dudo que piensen en el nombre— —Que aguafiestas eres, John, yo solo trato de que esto nos parezca emocionante y no estresante, así como en Vietnam— —Esto no se compara con Vietnam, Peter, esto es peor aún que eso— —¡Y vaya que es mejor que Vietnam! — —Bueno entonces ya tenemos resuelto esto por el momento, ahora solo nos queda esperar a que sea el momento del relevo—     *************                        *************   3 meses después...   —¡Oh Catherine! es hermosa esta princesita, ¿verdad que si John? — —Si, cariño esta nenita es preciosa— —Papá, mamá, gracias por apoyarme en esto, no sé qué haría si ustedes— —Cariño no agradezcas, somos tus padres y siempre te apoyaremos, además no te dejaríamos sola con esta criaturita— —De lo que se pierde George— —Ni lo menciones, hija, no merece la pena, además dichoso que me haces con esta nietecita tan hermosa, seré la envidia de mis amigos cuando sepan que tengo a tres mujeres viviendo bajo el mismo techo— —¡Ay papá!, tú y tus ocurrencias— —Bueno ya dejándonos de bromas, Catherine ¿Qué nombre le pondrás a esta bella niña? — —Se llamará Hannah— —¡Oh la princesa Hannah! — —Papá la vas a malcriar— —Los abuelos estamos para consentir a los nietos y esta princesita me tiene a mí para eso, ay miren ya abrió los ojos— —¿De qué color son? — —Marrones como los tuyos Ginna— —Es hermosa mi bebé y tiene mucho cabello, combina con sus ojitos marrón— —Se parece tanto a ti nena, solo que tu sacaste los ojos de mi querido John, pero el marrón de tu cabello y la piel blanca—