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ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤLa gente afortunada nunca lo aprecia. La gente que tiene poco siempre quiere más. Y la gente corriente morirá en el infierno. Sé que algún día estaré en el infierno y esperaré a Diego, porque lo que le hizo a Martha no se puede pagar solo con su muerte. Martha lloró, lloró de nuevo, sollozó, sollozó y maldijo. Me quedé a su lado con cada lágrima y sollozo, dejándola lavar el dolor, dejarlo salir todo. Ella podía gritar y llorar y golpear la almohada. Yo estaba allí en caso de que necesitara golpear o llorar en mi hombro. Se me formó un nudo en la garganta y me dolía el corazón por ella, por el dolor que sentía. Pero una parte de mí sabía que tenía que sentir cada golpe de dolor durante