LUCAS Sollocé en voz alta mientras veía cómo metían a Addyson en urgencias por las grandes puertas blancas. De camino a urgencias, llamé al padre y a la hermana de Addyson y accedieron a reunirse conmigo en el hospital; por supuesto, me preguntaron por qué, pero no tenía tiempo para eso; les contaría toda la historia cuando llegáramos allí. Tenía a una llorosa Esme en mis brazos mientras ambas veíamos cómo se la llevaban en camilla, lo que había ocurrido hacía una hora. Esme no paraba de llorar después de ver lo que vio. No podía creer que intentara suicidarse. Addyson era una persona que irradiaba bondad y felicidad, y nunca hubiera imaginado que llegara tan lejos. Me dolía ver hasta qué punto su depresión se había tragado a una persona tan dulce. Le carcomía por dentro y se extendía c