Yolanda Mamá Olga ya estaba casi recuperada, tenía que irme, no estaba a salvo aquí. Nos fuimos a otro puedo, como a dos horas de donde vivíamos y todo iba bien. Abrimos un puesto de flores, donde trabajabamos todos los días nos íbamos turnando para irlas a recoger a la ciudad, ya que yo no quería regresar pero no podía decirle los motivos a Mama Olga sabia que se decepcionaria de mi. Con el tiempo, vi q mamá Olga comenzaba a verse mejor, se arreglaba e incluso salía, mucho y muy seguido, pensé que quizá era con sus amigas ya que nunca me decía otra cosa, casi siempre iba a la ciudad y cuando la quería acompañar me decía que mejor no y se iba sola, a veces tardaba en regresar hasta el dia siguiente. Hasta que un día, vi a ese hombre, Ricardo apareció en mi casa, con un ramo de flore