ELIAS Elías, Elías, ¡ELIAS ya levántate!, ¿Qué estabas soñando? — Fiorella se veía molesta. — Lo siento amor, ¿decías? – le dije con una voz suave — Nada, solo quería saber qué diablos estabas soñando, mencionaste su nombre – no se por que me estaba hablando de esta manera pero no lo iba a tolerar. — Primero solo fue un sueño. Segundo no se por que estas molesta y tercero, piensa bien en lo que me dices y como me hablas, por que no entiendo por que estas con esa mala actitud, pero yo no voy a tolerar que me hables como te da la gana. — Bueno, soy tu esposa ahora, y puedo hablarte como quiero. Además todos sabemos que siempre fuiste su títere. — Títere, bueno, te voy a dejar en claro, lo que era con Tessa, ya no lo soy y si pensaste que por ser un hombre cariñoso y dulce contigo