Elias ¡La cague! pero no pude evitarlo. Yolanda se levantó rápidamente de la cama, se puso lo que encontró y se fue, cuando baje a recepción a preguntar me dijeron que mi acompañante se había ido. No se por que pero en ese instante no quería ir a buscarla, sentí que ella estaría ahí para mi, esperando que yo volviera y cuando tuviera mis sentimientos definidos podríamos hablar. Así que pase el resto de la noche pensando, Yolanda era una mujer muy hermosa, tenía unos ojos marrones claros así verdes, un carita redonda y una hermosa sonrisa, su cabello era largo ahora rubio antes un color chocolate que la hacía muy tierna, y su cuerpo era de infarto, había algo que me atraía a ella, desde siempre, pero entre nosotros creció un afecto de hermandad. Quizá me adelante demasiado pero que podí