Capítulo 12.2

1298 Words
Al comentar Hanae sobre el estado de ánimo de Ryusei con su amado Kiyoshi, el padre Sato quiso saber más al respecto y consultó a su hijo Kenji, ya que se imaginaba que él estaba enterado de todo y era la persona más adecuada para que le brinde información detallada más un análisis acertado sobre lo ocurrido. Tras el Director Sato narrarle a su padre lo sucedido entre Harumi, Ryusei y Ann, el anciano lamentó por lo que pasaba su nieto. - No debió mantener en secreto la relación que decidió tener con Houston san. Ese fue su error –mencionó Kiyoshi. - Como reaccionó Harumi ante la sorpresa, hubiera protestado enérgicamente al conocer la verdad –indicó Kenji. - Sí, es cierto. Tu hermana aún no olvida lo que ocurrió hace tantos años, y creo que es porque se parece mucho a lo que ella misma padeció cuando apenas era una joven de dieciséis años, coincidentemente la misma edad en la que Ryusei tuvo ese inconveniente que parece ha marcado su vida. - Está en nuestras manos que el pasado no sea un lastre para nuestro Ryusei –mencionó Kenji y Kiyoshi lo miró fijamente. - Conoces a la estadounidense, ¿cierto? –Kenji afirmó con la cabeza el comentario de su padre-. ¿Y es tan buena como para que pasemos por alto la diferencia de edad, además de que es extranjera? - ¿Confías en mi criterio, padre? –Kenji repreguntó haciendo que Kiyoshi sonriera por lo astuto que era su hijo. - Por supuesto. Por eso Yori Nagata y yo dejamos en tus manos la dirección de nuestros negocios. - Entonces ten plena seguridad que a Ann Houston no se le puede criticar por ser extranjera, ya que conoce nuestra cultura, costumbres, tradiciones, y posee un dominio del japonés que se perfeccionará pronto si la tenemos entre nosotros por una temporada. Asimismo, tampoco se le puede criticar por ser doce años mayor que Ryusei. Él fue quien se enamoró primero, y cuando tuvo la oportunidad de conocerla y darse a conocer, no la desaprovechó. Además, Houston san aparenta estar en sus treintas. - Y si es una encantadora mujer, ¿por qué no está casada, con una familia formada? - Porque su esposo murió hace dieciocho años atrás. Después de ese hombre, ella no quiso conocer a ningún otro, hasta que Ryusei llegó a su vida -el haber quedado viuda tan joven y sin hijos era algo que Kiyoshi veía positivo, ya que si se unía en matrimonio con Ryusei era como empezar de cero. - Entonces, Ryusei debe hablar con su madre y nosotros apoyarlo. Él ya es un hombre y no puede Harumi condicionar a su hijo –señaló el padre Sato adelantándose a los hechos al pensar que su hija podría utilizar lo de su enfermedad cardiaca para chantajear al actor. Al pasar las 3 pm en Nagoya, en New York ya habían pasado la medianoche, por lo que Ryusei solo envió un mensaje a su amada para desearle una buena noche de descanso confortable; no quería despertarla. Sin embargo, el mensaje se marcó como leído y Ann empezó a escribir su respuesta. Al ver que estaba despierta, el actor hizo una videollamada para poder ver a la periodista y escuchar su voz. - Hermosa Ann chan, ¿acaso no puedes dormir? –Ryusei sonreía como un bobo al tener en la pantalla de su celular el rostro de su amada periodista. - He dormido tanto por lo del sedante que ahora se me hace difícil conciliar el sueño –respondió la Houston ofreciéndole una sonrisa a su ahora prometido-. ¿Cómo estás? - Bien, tranquilo. Tío Kenji me ha dicho que me vaya preparando porque mañana propiciará la conversación que debo tener con mis padres sobre mis sentimientos por ti y la relación que mantengo contigo y no pienso romper –Ryusei miraba expectante a Ann para saber si esa idea que tuvo de terminar la relación por la situación con su familia ya se alejó por completo de la mente de la periodista. - Espero que ellos te puedan escuchar y que sus corazones no se cierren ante tu pedido. Te extraño mucho, Ryusei, y apenas son horas las que estamos lejos el uno del otro –el japonés sonreía feliz al saber que ella estaba apostando por la relación que tenían. - Y yo más. Espero no tardarme más de una semana para volver a ti. Tía Natsuki me ha dicho que Mika le ha conversado sobre ti a sus hermanas y entre las cuatro van a comprar para ti un hermoso kimono que te van a enviar como regalo cuando viaje de regreso a los Estados Unidos. A las niñas les da mucha ilusión el verte con tu dorado cabello y azules ojos vestida con el tradicional atuendo femenino –para ambos era una buena señal que haya miembros de la familia que aprecien a la periodista y que vean con buenos ojos la relación que el actor sostenía con la estadounidense. - Por la situación no pude enviarles ningún regalo a tus primas, pero prometo hacerlo cuando regreses, así me ayudas a comprarlos. - Dalo por hecho, Ann chan. Te amo –dijo Ryusei y Ann cerro los ojos para saborear mejor esas dos palabras que cuando venían de él las sentía tan puras y reales que no dudaba de los sentimientos que su amado le prodigaba. - Yo también te amo, Ryusei. Ahora ya puedo irme a dormir. Después de hablar contigo me siento más tranquila y lista para descansar. - Duerme, amor. Sueña con nuestro hermoso futuro juntos. Pronto regresaré a ti –y con un beso lanzado hacia la pantalla del celular, se dijeron «hasta pronto» y cortaron la comunicación. Durante la cena Ryusei pudo sentir el cariño de su familia. Nadie le hizo un comentario impropio, solo lo abrazaron y dieron ánimo, ya que su tristeza era obvia. Él sonreía, pero esa alegría no llegaba a sus ojos, por lo que su sombría mirada delataba que no estaba bien, que no era feliz, que extrañaba a alguien demasiado y que con el tiempo ese sentimiento podría hacerle mucho daño. Al día siguiente, después del desayuno, Kenji llegó junto a Natsuki a la Mansión Sato, después de dejar a sus hijas en la escuela, para entablar la conversación que era necesaria entre Ryusei y sus padres. Kiyoshi y Hanae también estaban atentos a lo que saliera de esa charla que sería incómoda por la actitud que ya tuvo Harumi. Takeshi le pidió a su esposa ir hacia el salón principal de la residencia, ya que solo estarían presentes los padres Sato, Kenji y Natsuki, Ryusei y ellos dos para hablar de lo ocurrido con su hijo en los Estados Unidos. - Padre, madre, abuelos, tíos, gracias por estar aquí –dijo Ryusei y ofreció una reverencia de 90°. Luego de enderezarse, volvió a tomar asiento e inició la conversación-. Estoy aquí para pedirles perdón –escuchar esas palabras hicieron pensar a Harumi que su hijo había recapacitado sobre la idea de mantener una relación con Ann Houston, por lo que empezó a sonreír satisfecha-. Durante dos años les he ocultado mis sentimientos por una mujer que, sin proponérselo ni hacer ningún movimiento estratégico, conquistó mi corazón. Estoy enamorado de Ann Houston desde el preciso instante en que la conocí, espiándola por la puerta entreabierta de su camerino en las instalaciones del canal donde trabaja. Mantuve oculto este sentimiento porque la vida no me ponía en el mismo camino por el cual andaba ella, y me propuse esperar, pidiéndole a lo más sagrado que me conceda la oportunidad de que ella me conozca, que me pueda notar y que la pueda enamorar.
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