Capítulo 12.3

1555 Words
»Un día, porque el destino es así, recibí la propuesta para participar en una obra de teatro en Broadway. La oportunidad no la dejé pasar, y me alegro mucho porque fue ahí que la pude volver a ver, a tener cerca. Yo estaba plenamente complacido de poder mirarla a lo lejos, no necesitaba más, pero la vida me permitió participar junto a ella una tarde de los talleres que el director de teatro Phelps había programado, y reafirmar el por qué me gustaba tanto: ella no solo es una mujer bella, sino que es una mujer buena, de nobles sentimientos, dueña de una sonrisa hermosa que me hace feliz con tan solo verla –Natsuki y Hanae empezaron a derramar alguna lágrimas porque a quien escuchaban a hablar no era a Ryusei, sino a su corazón, al amor que sentía por Ann Houston, algo que les hacía entender que alejarlo de ella significaría acabar con él, matarlo en vida. »Para mantenerme cerca de Ann chan, empecé una amistad con su sobrina. Emma White es una joven criada en una familia de principios y valores religiosos que han hecho de ella una mujer honorable y respetable, por lo que se me hizo fácil apreciarla como amiga y poder confiar en ella, algo que no suelo hacer con las personas que no forman parte de mi familia. Así fue que un día le conté sobre mis sentimientos por su tía, y ella se propuso ayudarme porque estaba segura que Ann empezaba a sentir algo por mí, y tras descubrir ese sentimiento quiso alejarme de ella, alejando a su misma sobrina quien trabajaba conmigo de manera muy cercana al ser coprotagonistas de la obra de teatro. Emma chan extrañaba a su tía y yo estaba muriendo de tristeza porque no podía verla, escuchar su voz mencionando mi nombre, recibir sus atenciones cuando me invitaba a cenar las delicias que ella misma preparaba pensando que así agradaba a un posible cortejante de su sobrina. Con esto quiero ser claro que Ann Houston nunca me buscó ni tampoco intentó atraerme hacia ella, al contrario, estuvo a punto de regresar a Los Ángeles para evitarme por completo, y ahí fue que Emma chan me llamó oportunamente para que escuchara de la propia Ann comentarle que me quería, pero que entendía que lo nuestro no era posible y por ello debía alejarse de mí. »Esa noche le confesé mi amor. Fui con ella todo lo sincero que puedo ser y ahora soy con ustedes. Al saber que sus sentimientos eran correspondidos, aceptó que me amaba y decidimos iniciar una relación que por mi pedido mantuvimos en secreto. Yo sabía lo complicado que sería para parte de nuestra familia entender mis sentimientos y la relación que sostengo con Ann chan, por ello fue que con Emma chan planeamos seguir el juego que la prensa había armado al rumorear que entre nosotros había una relación más allá del trabajo. Todo eso lo hicimos para mantener nuestra relación mientras pasaba el tiempo y llegara el momento de viajar a j***n y hablar con ustedes, a la vez que presentaba ante la familia formalmente a la mujer que yo amo y con quien quiero pasar el resto de mi vida, ya que teníamos programado, con boletos comprados, nuestro viaje a esta ciudad para la próxima semana. »Madre –Ryusei, que durante su discurso prefirió no mirar hacia donde estaba sentada Harumi, se enfocó en ella con la mirada llena de súplica, mientras que la de su madre solo destinaba incomprensión y rechazo-, siento mucho que me hayas encontrado al lado de Ann chan en una situación que no debió darse en mi camerino del teatro, perdón por eso, pero no puedo aprobar tu comportamiento de esa noche. Cada una de las palabras que volcaste sobre Ann chan no se las merece. Ella es una mujer intachable, cuyo único defecto ha sido amarme. Sé que ella estaría mejor al lado de cualquier otro hombre, de algún importante político, deportista calificado o exitoso en los negocios, y que el círculo de ese hombre la admiraría, la pondría en el pedestal que se merece por la calidad de ser humano que es, pero no puedo dejarla, no puedo alejarme de ella. Lo he pensado varias veces antes de que nos descubrieras, pero no puedo, soy un cobarde que sabe que sin su amor se muere. Ella nunca hubiera sufrido tus insultos y tu intento de agredirla físicamente si no fuera porque soy un egoísta que la quiere mantener a su lado, pero esa es la clase de hombre que soy, y solo al tenerla junto a mí me hago una mejor persona. Por favor, madre, te pido que aceptes conocer a Ann chan y que apruebes nuestro amor». Kiyoshi y Kenji consolaban a sus compañeras, quienes intentaban no hacer mucho ruido al llorar conmovidas por la confesión tan sentida de Ryusei. Takeshi miraba a su hijo con alegría porque se había enamorado, algo que en algún momento pensó que no sucedería, y que pasaría la vida solo, pensamiento que lo angustiaba tras cada nuevo año que cumplía su primogénito y no le presentaba a alguien que haya conquistado su corazón. Harumi había dejado la sonrisa que llevaba al imaginarse a Ryusei arrepentido del error cometido por una expresión dura. Su corazón estaba rodeado por una muy alta muralla impenetrable de rechazo y sus oídos tapados por la indiferencia. La tristeza mezclada con desesperación que mostraba el rostro de su hijo no le importaba en lo más mínimo. - Harumi, nuestro hijo espera tu respuesta –dijo Takeshi rompiendo el silencio. - Él ya sabe mi respuesta –dijo con frialdad Harumi. - Madre –fue lo único que pudo decir Ryusei al empezar a llorar delante de sus padres, abuelos y tíos. - ¡Harumi! –elevó la voz Kiyoshi para reprender a su hija. - ¡Es mi hijo y lo voy a defender hasta de sí mismo, si es necesario! –soltó Harumi igualando el tono de voz de su padre, algo que sorprendió a todos porque era la primera vez que no aceptaba la opinión de Kiyoshi. - Qué mal, Harumi. Tu hijo hace lo que para todo hombre es completamente imposible: confesar su cobardía y egoísmo porque no puede vivir sin el amor de la mujer a la que quiere como su compañera, y tú solo lo ignoras. Y así te haces llamar una buena madre –soltó Kenji con su tono de voz frío mirando fijamente a su hermana. - ¡No te metas, Kenji! Aquí no estamos en el conglomerado para que tu palabra sea ley –protestó rudamente Harumi, a quien nadie podía reconocer en ese momento. - Me meto porque me importa. A Ryusei lo amo tanto como te amo a ti. Sabes que entre nosotros hay un fuerte lazo que nos une, es el amor que te tengo, uno comparable al que siento por nuestra madre, y es tan grande que el dolor que alguna vez sentiste me marcó de tal manera que casi me hace caer en la desdicha por llevarme a reprimir mis sentimientos. Ahora puedo percibir el dolor de tu hijo, uno que es más profundo y devastador que el tuyo, así que no puedo hacer como que nada pasa e ignorarlo. Ryusei regresará a los Estados Unidos porque tiene un contrato que cumplir y porque debe volver a los brazos de la mujer que ama. No hay más que hablar. El rostro de Harumi se desfiguró en uno lleno de rabia. En eso, la queja por parte de la madre Miura hizo que todos pusieran sobre ella atención. La mano que llevó sobre su pecho hizo que todos pensaran que en cualquier momento colapsaría. Takeshi tomó en sus brazos a su mujer y la ayudó a caminar hacia la alcoba que compartían en esa mansión. Ella empezaba a sentirse mal, necesitaba el medicamento que el galeno le recetó y descansar. Hanae y Natsuki fueron detrás de la pareja mientras Kiyoshi y Kenji se quedaban al lado de Ryusei, quien empezaba a perder las esperanzas de volver a ver a su amada Ann. - Y ahora, ¿qué hago? Mamá está tan enferma que si me voy sin su aprobación la podría matar –Ryusei pensaba en voz alta. Su abuelo y tío se sentaron a su lado para consolarlo. - No pienses en que la desgracia llegará antes de que esté en camino. A tu madre la veo muy bien. Voy a hablar con nuestro médico familiar para que me recomiende al mejor cardiólogo de j***n, así tu madre pasará por diferentes estudios que determinarán el real estado de su condición y recibirá el tratamiento que mantenga fuerte su corazón. Con o sin enfermedad, ella debe entender que tú ya tomaste tu decisión y que no puede vivir chantajeándote –dijo Kiyoshi esperando que sus palabras le dieran paz. - Escucha a tu abuelo. Tú te vas porque te vas a los Estados Unidos. No podemos detener tu vida solo porque Harumi se ha empecinado en no entender razones. Ya eres un hombre, así que debes vivir según tus decisiones, no las de ella –agregó Kenji y colocó una de sus manos sobre el hombre de su sobrino-. Estamos aquí para apoyarte, nunca lo olvides.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD