la mujer más perrocochona de la cuadra.
Joaquina pichulonga martinez, era el nombre de aquella mujer con cuerpo de dama pero cara de canino que todos los días salía de su casa a j***r una, dos o más horas en el río porque no tenía nada más que hacer ya que sentía que no encajaba en éste mundo donde había o personas o perros que podían convivir pero no eran de una relación estrecha más allá de amo y dueño. Un día ella estaba allí en el rio haciendo no se que tanta caca, pero se estaba entreteniendo pateando unos caracoles todos jediondos ahí tirados que le reclamaban que dejara de joderlos porque eran nuevos en el vecindario diciendo: "mira perra hijueputa, literal, deja la maricada ya me tienes cansado.llego aquí nuevo con la mejor energía para descansar del trabajo y tu vienes a patearme la mardita existencia?. ya perra hijueputa, dejame tranquilo chama, ya vaya estudie o haga algo productivo que genere plata, no me joda más o le mocho la pata, carajo". a lo que la perra hijueputa responde: "pues que monda me importa careverga, ya acostumbrese. yo soy grande y tu chiquito, yo vengo todos los días aquí para patear lo que se me de la perra gana, y si no le gusta pues vaya y digale a su mamita que ahí le tengo la .22 esperandola para celebrarle el día de la madre, pos este". Pues así que el caracol hace una maniobra y se safa de la pateadera de la cara de perro, y ya bien encabronado saca una ametralladora veinticinco veces más grande que su caracola y que coje y amenaza a la otra con las siguientes palabras: "pues ahora si grandisima comemierda, ya te la ganaste, ahora si te tocó el caracolazo, te vas a mamar una serenata de plomo para que quedes bien hecha un queso de perro ensangrentado, ahora sí te vas a llevar lo tuyo por perra hijueputa, mongola y degenerada, vamo' a ve". A lo que la perra da un cuajo mortal hacia atrás cayendo en posicion de combate con una pistola en una mano y un cuchillo de caza en la otra replicando: "Pues dele mijo, yo no le tengo miedo a ninguna monda, vamos a darlos chiripazo y chorizazo, le voy a meter cuchillo, plomo y esa malparida caracola por el huequito del jediondo para que no ande jodiendo ni metiendose de sapo abriendo la jeta con quien no le conviene, vamo' que le doy duro nojoda".