A medida que la luz bailaba en su piel, Kate no pudo evitar sentirse atraída por su cuello. Había leído que los vampiros modernos no beben sangre humana, pero tenía la imperiosa necesidad de morder a Tony. Ella sacudió su cabeza. Ni siquiera sabía si era un vampiro. Todavía no había investigado el proceso, o si, incluso, podía convertir a los seres humanos. Porque haya sucedido en los libros no significaba que pudiera ocurrir en la vida real. Pero, a pesar de todo, lo más importante era que ella deseaba beber sangre y que, indiscutiblemente, ése era un rasgo de los vampiros. "¿Por qué no los dejamos atrás", dijo Tony, de repente interrumpiendo sus pensamientos. “¿Qué dijiste?", Kate preguntó. “A ellos", respondió él, regresando su conversación a lo que habían estado hablando antes. "C