Él se acercó a su mejor amigo que estaba en compañía de una chica pelinegra la que se le insinuaba.
—oye tú— dijo él y la chica lo miró frunciendo el ceño. — ¿Quién era ella? — dijo refiriéndose a la bailarina.
—A— contestó la chica y siguió coqueteando con Derek.
—pero ¿Quién es? — preguntó y la chica lo miró expectante.
—una bailarina— dijo y él rodó los ojos.
—pero ¿Cómo se llama? ¿puedo tener una noche con ella? — preguntó la verdad esa chica le había encantado.
—eso es imposible guapo su nombre es anónimo y ella no es prostituta— dijo la pelinegra y luego se retiró dejando a Derek con un puchero exagerado.
-gracias por espantarme a la chica- dijo el rubio y Dante lo miró mal.
La pelinegra se acercó a la puerta blanca y entró.
—no sabes nena el bombón que estaba preguntado por ti— dijo y la castaña la miró mal. — ¿qué? Es en serio ese chico parecía desesperado— dijo la pelinegra y Alice rodó los ojos.
—sabes que no me prostituyo— dijo mientras quitaba el maquillaje.
—bueno si, pero ese chico está guapísimo y tú divina definitivamente pareja perfecta— dijo la pelinegra y la castaña negó con la cabeza.
—estás loca Susan— dijo y salió del camerino dejando a la pelinegra sola, ella era una de las chicas del burdel y bueno era la única que se llevaba con ella y la consideraba su amiga.
Salió y se encaminó hasta su casa con tal de pasar desapercibida, pero una moto paró impidiéndole el paso.
— ¿te llevó? —preguntó el castaño y ella sonrió subiendo a la moto.
Josh la dejó justo en la entrada de su casa.
—gracias— dijo despidiéndose de su mejor amigo y entró como todas las noches.
Llegó a la Universidad y fue a su primera clase que de nuevo era biología.
Se sentó donde siempre y luego entró la profesora y al momento entró de nuevo él ese chico con sonrisa perfecta.
—Watson— dijo la profesora y el castaño la miró alzando una ceja. —tus calificaciones en biología están muy bajas y si no subes vas a reprobar y creo que a tu papá eso no le gustará— dijo y el chico hizo una mueca.
— ¿Qué puedo hacer para subir la calificación? — preguntó ya que no quería otro de los sermones del señor perfección Andrew Watson.
—puedo colocarte un tutor— dijo la profesora y él asintió, aunque nunca se había relacionado con ningún cerebrito, pero ahora necesitaba subir su calificación o sino su padre le quitaría algunos privilegios.
—está bien— contestó y luego se sentó en uno de los asientos de atrás.
—Alice— dijo la profesora y una chica castaña, era guapa no tanto como las porristas, pero tenía lo suyo, bueno la chica miró extrañada a la profesora y luego se acercó a ella.
Alice se levantó de su asiento y se acercó a la profesora.
—Alice tengo una propuesta para ti— dijo la profesora.
—necesito de tu ayuda— dijo mirando unos papeles. —necesito que seas tutora— dijo la mujer y la castaña abrió los ojos como platos. —eres la mejor estudiante que tengo y necesito de tu ayuda por favor— dijo y bueno no podía darse el lujo de decir que no, por ella era becada y uno de los requisitos de la beca era hacer trabajos como tutorías.
—está bien— dijo aceptando y la profesora sonrió.
—puedes sentarte cariño— dijo la mujer y ella caminó de nuevo a su asiento.
—Watson tu tutora será Alice— dijo la profesora y la castaña abrió los ojos como platos no sé esperaba eso y ahora en que se había metido.
La chica giró su cabeza hacia atrás y Dante sonrió con arrogancia guiñándole un ojo y ella se volteó inmediatamente causándole risa al castaño.
Alice caminó hacia su casillero, pero cuando lo iba a cerrar un brazo lo cerró por ella. La chica se volteó y unos ojos chocolate la miraban expectantes.
—serás mi tutora— dijo el chico y ella asintió con timidez algo que le causó gracia al castaño y ella lo miró mal.
Llegaron a la biblioteca y se sentaron en una mesa para sacar los libros, pero esa mirada la estaba poniendo nerviosa.
— ¿Qué tanto me miras acaso tengo algo en la cara? —dijo ella y él sonrió.
—no, es solo que me parece que te he visto antes— dijo mirándola fijamente y ella esperaba que no la reconociera.
—he estado por 2 años en esta Universidad no será eso— dijo ella sarcástica mente y él se encogió de hombros.